El director del área de Internacionalización del Campus del Mar y ex director del Oceanográfico vigués Alberto González-Garcés, coincidió en el mismo laboratorio que Ángeles Alvariño en La Jolla (San Diego, EE UU), de quien se declara "un profundo admirador". "Cuando llegué, ella ya era un referente mundial", recuerda. Aunque no trabajaron en la misma área, su despacho estaba justo enfrente. "Impresionaba porque era una mujer que emanaba grandeza, tenía esa capacidad de extraer todo de todos... Escaneaba con la mirada. Pero al tiempo que era una gran investigadora, resultó muy cercana, una persona protectora pero sin condescendencia, estricta. Era muy meticulosa y políglota", describe. Además de sus notables méritos científicos, destaca de Alvariño que en su libro "España y la primera expedición científica oceánica, 1789-1794", situó certeramente la expedición española de Alejandro Malaspina un siglo antes antes que la del navío británico Challenger, considerada como la pionera.