El Tribunal Supremo ha paralizado la extradición a Estados Unidos de los hermanos de origen lucense José Carlos y Jesús Ángel Bergantiños Díaz (el primero de ellos con doble nacionalidad estadounidense y española), acusados por las autoridades estadounidenses de vender cuadros falsos que encargaban a un pintor de origen chino. El alto tribunal ha estimado la demanda presentada por los dos hermanos, de Guitiriz, por la decisión tomada el pasado mes de junio por el Consejo de Ministros que autorizó la continuación de la entrega. Las autoridades estadounidenses les reclaman por delitos de estafa, blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública que supuestamente cometieron a través de la venta de más de 60 cuadros falsificados a dos galerías de arte de Nueva York por valor de más de 30 millones de dólares (22 millones de euros) entre principios de los noventa y junio de 2009.

La resolución anula la decisión del Ejecutivo al considerar que las solicitudes de extradición no cumplen con los requisitos formales necesarios ya que no contenían la documentación exigida por el acuerdo con Estados Unidos. Faltan documentos "esenciales" como la transcripción de los textos legales con el delito y la pena por la que debería ser juzgados en Estados Unidos y la orden de detención.

José Carlos Bergantiños, que residió en Estados Unidos y en la República Dominicana, donde desarrolló una carrera vinculada al mundo del arte, está acusado de haber contratado en Nueva York a un pintor de origen chino (al que llegó a pagar con transferencias bancarias desde una sucursal de Lugo) para que imitara obras de mitos del arte moderno como Franz Kline o Jackson Pollock. Las obras fueron colocadas durante años en galerías de arte de Nueva York y se hacían pasar por telas de importantes artistas recién descubiertas.

En el fraude también estuvieron implicados Jesús Ángel Bergantiños --según la fiscalía estadounidense-- y Glafira Rosales, expareja de José Carlos, quien fue juzgada el pasado año en un tribunal neoyorquino acusada de siete cargos de fraude, delito fiscal y blanqueo de dinero por haber vendido más de medio centenar de pinturas falsas.

Para ocultar la procedencia del dinero y evitar el pago de impuestos, los hermanos Bergantiños presuntamente exigieron a las galerías de arte con las que trabajaban que pagaran los cuadros mediante transferencias bancarias a cuentas abiertas en España, informa el Ministerio de Justicia. La causa sobre estos hechos estalló finalmente al acumularse las dudas de varios compradores sobre a las obras, que no pudieron ser autentificadas. Los hermanos Bergantiños fueron finalmente detenidos en Sevilla y Madrid en abril de 2014. Ambos quedaron en libertad tras declarar ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu.

La continuación del procedimiento de extradición en vía judicial fue acordada al comprobarse que se cumplían las formalidades exigidas en el Tratado de Extradición firmado entre ambos países, según el acuerdo adoptado por el Gobierno.