El Consejo General de Enfermería va a acudir a la Fiscalía General del Estado para que actúe de oficio contra las doulas, porque atienden partos sin titulación oficial, ponen en riesgo la salud de la madre y del bebé y porque, incluso, algunas realizan prácticas "de secta canibalista", según informó ayer el presidente de esta entidad, Máximo González Jurado.

Los enfermeros han adoptado esta decisión después de que el Ministerio de Sanidad haya hecho "caso omiso" a la denuncia contemplada en el Informe Doulas, elaborado por el Consejo durante tres años y que, entre otros asuntos, avisa de que la labor que realizan estas "falsas expertas en la maternidad" pone en riesgo la salud de la madre y del bebé. "Acudimos a la Fiscalía General del Estado para que instruya a todos los fiscales con el objetivo de que abran una investigación cuando tengan conocimiento de algún caso. Además, vamos a volver a remitir el informe al Ministerio para actúe porque, de lo contrario, puede estar prevaricando ya que en la Estrategia de Atención al Parto Normal se cita a las doulas", apostilló González Jurado.

Actualmente en España hay 547 doulas -personas que asesoran y acompañan a las futuras madres durante el embarazo-, un oficio que, según según González Jurado, no está reconocido ni amparado por la ley y que, por el contrario, llega a vulnerar hasta ocho competencias generales de las matronas, diez competencias específicas y 42 subcompetencias. Por tanto, prosigue, cualquier consejo, práctica, asistencia o acto que lleve a cabo una doula para prestar servicios a una mujer embarazada es "irregular".

Desde el Consejo General de Enfermería sostienen que las doulas ni cuentan con formación pregraduada o especializada que dote de conocimientos, habilidades y actitudes propias de la atención sanitaria; ni están organizadas en colegios profesionales oficialmente reconocidos por los poderes públicos. Por el contrario, las matronas cuentan con seis años de formación académica y profesional más un examen de acceso a la especialidad, regulación propia, colegio profesional y seguro de responsabilidad civil. De hecho, González Jurado alerta de que las doulas suelen ser monitoras de baile, de esquí, cocineras, ingenieras industriales, gimnastas, periodistas, etc... "Los únicos requisitos para acceder a los cursillos para ser doula son ser mujer, haber dado a luz un niño y pagar más de 2.000 euros, con la opción de realizar dichos cursos separados en módulos a razón de 200 euros el módulo", señala.

Los enfermeros consideran que el papel que ejercen las doulas puede suponer un "grave problema" para la salud de la madre y del bebé ya que, tal y como señala el informe del Consejo General, algunas llegan a recomendar a las embarazadas comerse su propia placenta, encapsular la misma u obligar al bebé a permanecer junto a la placenta hasta que ésta se seque y caiga el cordón por sí solo.

Por su parte, la matrona de Atención Primaria de Murcia y a la que le ha llegado el único caso de una mujer afectada por los servicios de una doula, Emilia Redondo, alertó ayer de que suelen ofrecer información "confusa" a las madres, hasta el punto de que no sepan identificar un parto prematuro; no conocen los peligros que conlleva una mala postura para la salud de la madre y del feto; o no saben realizar una interpretación de analíticas y ecografías. Del mismo modo, la matrona de Atención Primaria de Madrid Gloria Boal asegura que algunas no quieren que estén los padres en el momento del parto, a pesar de que se ha demostrado científicamente que su presencia fortalece los vínculos afectivos y contribuye a un mejor desarrollo psicológico del bebé. "Cualquier consejo o práctica que lleven a cabo ponen en riesgo la vida de la madre y del niño, aunque tenemos conocimiento de que no todas realizan ritos canibalistas", incidió Redondo. González Jurado denuncia que las autoridades sanitarias aún no hayan actuado contra este colectivo que atiende a mujeres embarazadas.