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Un nuevo desafío del gaiteiro gallego más internacional

Carlos Núñez lleva la gaita al templo de la música clásica

El músico vigués Carlos Núñez subirá al mismo escenario del concierto de Año Nuevo en Viena para interpretar un repertorio con notas celtas » "El compositor ruso Korsakow aprendió aires antiguos de Galicia", sostiene

Las musicales manos de Núñez.

El compositor y músico vigués Carlos Núñez afronta un nuevo hito para la música celta que protagonizará sobre el mismo escenario del concierto de Año Nuevo más famoso del mundo. Una gaita gallega se sube a las tablas del Musikverein de Viena, un templo 'dedicado' a la música clásica. La sala de conciertos acogerá este viernes 30 de enero (20.00 horas) la interpretación del gaiteiro vigués acompañando a la Tonkünstler Orchester Niederösterreich con el programa Celtic Pilgrimage -peregrinaje céltico-. Para la ocasión, Núñez contará con la participación del músico porriñés Pancho Álvarez y con Xurxo Núñez en la percusión. Mientras, la orquesta sinfónica austríaca será dirigida por Russel Harris. "Vamos a inundar de música el escenario con la Sinfónica y gaiteros vieneses", adelanta.

Activada la cuenta atrás cuando solo quedan cuatro días, Núñez busca puntos de inspiración en Vigo. Apenas restan cien horas para la cita musical y el gaiteiro resume: "Es lo que significa ese concierto. No diré conquista, pero sí diálogo entre la sabiduría de la música clásica que representa Viena y la sabiduría de Galicia a través de la gaita que nosotros llevamos", asegura. Se refiere el compositor gallego a los mensajes -y valores- que se trasladan desde la "periferia" de Europa, bien sea Galicia o Escocia. La idea de la privatización de las melodías (y el ego de los grandes compositores de las ciudades), frente al concepto de la música tradicional de creación colectiva, donde la composición supone aunar ideas preexistentes.

Carlos Núñez aprovecha el mar de la ría, clave de ese "corredor Atlántico" que comunica a Galicia con otros pueblos celtas y visita Alcabre y las playas en torno al Museo del Mar. Desde ahí ayer recordaba la visión animista del músico japonés, activista y compositor Ryuichi Sakamoto. "Ningún Mozart solo podrá hacer algo en su vida que supere a lo sublime de una comunidad entera a lo largo de años".

Enunciada esa filosofía, desvela parte de las composiciones elegidas para llevar a la 'catedral de la clásica' , entre las que destacan notas celtas. "Haremos varios repertorios diferentes, para que el público de Viena descubra nuestra propuesta en toda su complejidad. Por eso habrá música clásica inspirada en la tradicional de Galicia", asegura en relación al "Capriccio espagnol" del autor Nikolai Rimski-Korsakow y que ha sido compilado por Carlos Núñez. "Korsakow, que era navegante [fue oficial de la marina imperial de Rusia y luego inspector civil de bandas de música navales] estuvo paseando por Vigo, por la Praza de Compostela", asegura. "Aquí aprendió aires antiguos de Galicia, que luego llevó a la orquestación para el capriccio. Hay aires enxebres gallegos", sostiene Núñez sobre la célebre composición del director de orquesta ruso. Para elevar el espíritu de la obra, el músico vigués ha pensado en emplear gaitas, ocarinas y flauta. "Cuando la orquesta mete la quinta marcha, el subidón es impresionante. Korsakow sacaba todo el músculo de su orquesta", añade.

Además, Núñez interpretará junto a la sinfónica otras composiciones a las que -reconoce- tiene mucho cariño. Y una aún inédita en Vigo: la "Muiñeira de Sarasate". "Pablo Sarasate fue el 'Paganini español' del siglo XIX; uno de los violinistas más virtuosos de todos los tiempos", defiende Carlos Núñez con la vista en el horizonte. Aunque Sarasate nació en Navarra y se educó en Francia, en 1852 se trasladó a Pontevedra para continuar sus estudios musicales de violín. Núñez explica que la muiñeira que compuso Sarasate, basada en la de Monterrey, "es la más complicada del mundo"; ya que la compuso con arreglos para violín y orquesta sinfónica. "La descubrí cuando estudiaba en Madrid en la biblioteca del Conservatorio y estuve durante veinte años dándole vueltas, a ver cómo se podía adaptar para flauta y sinfónica", asegura. También llevará a las tablas de Viena la composición de Alejandro Amenábar para la premiada película "Mar Adentro", eso sí, con su "sello".

"Galician Overture", de Paddy Moloney; "An Dro" y "Tears of Stone" (con arreglos de Kjell Andersson), ambas de Carlos Núnez; o "The Pilgrim's Sunrise", de Shaun Davey, completan parte del repertorio que "nos llevará en un viaje a través del tiempo, diversos géneros de música y muchas tierras cercanas y lejanas", según se anuncia en la propia web de Viena.

En cuanto a la técnica, el compositor gallego confiesa: "Me gusta hacer todo el repertorio de memoria, porque la partitura es una pequeña barrera comunicativa con el público. Eso exige que todo esté bien rodado". La concentración es, para Núñez, el mejor vehículo para echar a rodar los sueños y dejarse ir para que lleguen directos al público. "Cualquier dispersión puede ser fatídica", reconoce íntegro el músico. Más optimista, el autor piensa en las similitudes de la población austríaca con la española, en lo que respecta al gusto por la alegría.

Tras este concierto en Viena, el músico vigués repetirá actuación en Austria, aunque sobre otro escenario. Y a finales de febrero, Núñez arranca una nueva gira por Estados Unidos con un concierto en Alburquerque. Pero más reseñable es, si cabe, el concierto previsto para el Auditorio nacional "Teatro Teresa Carreño" en Caracas (Venezuela), a donde el músico no viaja desde hace 15 años. "Esa sí va a ser una fiesta", sonríe, por los cientos de mensajes de Facebook que ha recibido con respecto a esa cita. "Allí hay muchos vigueses y muchas familias del sur de Galicia", insiste el autor, que aún recuerda anécdotas.

En EE UU dará conciertos durante un mes y medio y lo hará acompañado por la violinista gallega Antía Ameixeiras Cundins, que resultó ganadora de una beca de Abanca para acompañar al músico en su gira norteamericana. "Los mismo que hicieron conmigo The Chieftains", valora. El día de San Patricio (patrón de Irlanda) Núñez dará un concierto en North Bethesda (Maryland).

"Glasgow me recuerda a Vigo"

  • Carlos Núñez se subió al escenario de Glasgow el miércoles de la semana pasada con una premisa extraída del último ensayo publicado por el estudioso escocés Hugh Cheape en la cabeza: "La posibilidad de que la gaita llegó a Escocia por medio de un corredor atlántico y que su relación más cercana es la gaita gallega". Y no a la inversa. Recién llegado Núñez de la escocesa isla de Skye, preparó estudiadamente esa cita musical de aire celta en Glasgow. Una ciudad -la mayor de Escocia y la tercera del Reino Unido- a la que compara con Vigo. "Son ciudades muy semejantes", explica el defensor del corredor Atlántico. "Ha sido un espectáculo llevado a músculo: rápido e intenso", describe. Contó para la cita con invitados especiales de Escocia, Gales y Sudamérica, para reflejar la evolución de la música celta, así como el empalme de material tradicional y original de Galicia, Irlanda y Bretaña y arreglos de nueva creación. Ya en el disco, Inter-Celtic (Sony Music), que Carlos Núñez presentó en 2014, se aborda la música celta más pura pero con variedad de acentos que la convierten en un género internacional.El pasado año ha sido una "locura" con cien conciertos en solo un año y medio por EE UU, reconoce. Aunque este artífice de una música folk actual, a la que llama "la música celta del futuro", confiesa que se siente "hermanado" con bretones, escoceses o irlandeses, esto le ocurre también al viajar a Sudamérica. Aún quedan -a su juicio- músicas que potenciar en muchos rincones recónditos de provincias al otro lado del Atlántico.

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