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Facundo Manes: "Hoy se puede leer el pensamiento de las personas"

"La gente que vive aislada muere antes", asegura

Facundo Manes. // Paidós

Tras sufrir un fuerte golpe en la cabeza, la presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, recurrió en 2013 a Facundo Manes (Buenos Aires, 1968), porque sabía que es una eminencia de la neurocirugía y la neurociencia. Manes trata ahora de desvelar los enigmas de nuestro órgano más desconocido en "Usar el cerebro" (Paidós), donde revela que la gente que vive aislada muere antes y que la aparición del Alzheimer se puede retrasar hasta 10 años con ejercicio físico, una vida social rica y dosificando el uso de las nuevas tecnologías que "tanto nos están separando de nuestros seres queridos". Los dilemas éticos de la neuroimagen que es capaz de detectar cierta actividad en los enfermos vegetativos y hasta permite leer el pensamiento de las personas no le resultan ajenos a este autor argentino que ha pasado por Madrid para presentar su último libro.

-Señor Manes, ¿cómo acabó usted operando a la presidenta Cristina Kirchner?

-En octubre de 2013 me llamó el equipo médico presidencial porque la presidenta sufría terribles dolores de cabeza. Le detectamos un hematoma subdural y decidimos operar. Operamos y la atención de la presidenta volvió a ser competencia de su equipo de médicos.

-¿A qué se debía ese hematoma subdural?

-Es algo normal cuando te das un fuerte golpe en la cabeza.

-¿Qué tal paciente fue la presidenta Kirchner?

-Cristina Kirchner fue una excelente paciente que llevó su dolencia y su recuperación con mucho coraje.

-Usted también ha tratado a la millonaria Natalia Cohan Khoen cuando sus hijas la quisieron inhabilitar, ¿no?

-La señora Khoen padecía una demencia frontal que le provocaba cambios en la personalidad y en la conducta, pero que no interfería en su actividad intelectual, que estaba intacta.

-¿Qué es una demencia frontal?

-Es una enfermedad que afecta menos que el alzhéimer que provoca cambios de conducta. Hubo un senador de Estados Unidos que padeció esta enfermedad y aún así fue reelegido. La sociedad no percibe esa dolencia tanto como el alzhéimer. La señora Khoen al final no fue inhabilitada, las aguas volvieron a su cauce y vive en armonía con su familia.

-Doctor, ¿qué es lo que realmente nos distingue de las demás especies animales?

-Somos seres más complejos desde el punto de vista social y también manifestamos emociones más complejas.

-¿No compartimos la mayoría de esas emociones los animales y las personas?

-Compartimos las emociones primarias, como el miedo, la alegría, la tristeza o el asco, pero hay otras emociones más complejas, como el orgullo, la culpa o la vergüenza que nos son propias y que dependen de la cultura, el ambiente o el contexto en el que crecemos. Ante todo, los seres humanos somos seres sociables.

-¿Es entonces perjudicial el aislamiento?

-Absolutamente perjudicial. Aislarse no es bueno para el cerebro. La gente que vive aislada se muere antes porque no mantiene un cerebro saludable.

-¿Somos nosotros más felices que los animales?

-Es difícil medir la felicidad de forma científica. Lo que está claro es que en los humanos están más desarrollados los mecanismos cerebrales para evitar el peligro y buscar el placer.

-¿Tenemos entonces más capacidad para ser felices pero también para ser desgraciados?

-Exactamente. Los humanos podemos ser más felices y más desgraciados que los animales.

-Quizá lo que nos falta es utilizar nuestro cerebro inteligentemente, ¿no cree?

-Lo que nos falta es desarrollarnos más en equipo. El gran desafío del futuro es promover una inteligencia colectiva porque cuando un grupo trabaja bien, ese grupo es más que la suma de los puntos.

-¡Menudo reto en un mundo cada vez más individualista!

-Y en parte gracias a las nuevas tecnologías que agudizan nuestro individualismo y se convierten en un peligro. Las nuevas tecnologías nos están separando sobre todo de nuestros seres más queridos.

-¿Por qué cuando pensamos en las consecuencias nos cuesta tanto tomar decisiones?

-Las decisiones humanas requieren muchas veces de la emoción, que es una reacción automática que no llega a la consciencia, como se ve en los pacientes con lesiones en la zona frontal del cerebro. Si nos guiásemos solo por la razón no tomaríamos decisiones o tardaríamos mucho en hacerlo.

-¿Qué debe de primar en la toma de una decisión: la razón o la emoción?

-Es difícil separar lo emocional de lo racional. Hay que actuar en conjunto. El sistema emocional y el racional van juntos.

-Y siempre pensamos que hemos tomado la decisión errónea, ¿por qué?

-Ahí entra en juego la preocupación y también los pensamientos tóxicos y la ansiedad. Esto sucede porque en la toma de decisiones podemos revisar el pasado e imaginar el futuro. Es decir, estamos condicionados.

-¿Qué es y cómo actúa nuestra consciencia?

-Estar consciente es estar despierto y conectado al entorno, pero no es algo continuo porque el cerebro también trabaja de forma no consciente, que es algo muy bueno. Deberíamos relajar más veces nuestro cerebro.

-¿En qué nos diferenciamos de los animales cuando afrontamos un problema?

-Nosotros nos enfrentamos a dilemas que no tienen los animales, desde problemas filosóficos a éticos y es cierto que se ha demostrado cierto grado de altruismo en algunos animales, pero nosotros nos planteamos dilemas más sofisticados y complejos de resolver.

-¿Revive nuestra memoria las historias vividas o las reconstruye de forma creativa?

-La memoria, que no es una sola, no es tampoco el hecho que vivimos sino el último recuerdo, por lo tanto es plausible de ser reconstruida, recreada. La memoria humana es un acto creativo y como dice García Márquez, la vida no es la que vivimos, sino cómo la recordamos para contarla.

-¿Es verdad que se puede mejorar el hipocampo a partir de los 65 años?

-El hipocampo es una parte del cerebro que está en los dos hemisferios y es la responsable de la consolidación y adquisición de nuevas memorias. A partir de los 65 años se pierde un 1 por ciento del hipocampo cada año, pero esa pérdida se puede retrasar con ejercicio físico, como caminar, que hace que se generen nuevas conexiones cerebrales. El ejercicio físico es clave para tener un cerebro saludable.

-¿Qué nos ocurre si perdemos el hipocampo?

-Se sabe lo que pasa gracias a un paciente joven que tuvo un accidente en bicicleta y se dañó los hipocampos. Nunca más pudo aprender nada nuevo. El hipocampo es clave para la adquisición de memorias nuevas y recientes. Por eso es lo primero que se daña cuando aparece el alzhéimer.

-¿Necesitamos tanto la gimnasia mental como la física?

-Sí, pero no hay un solo consejo para tener el cerebro en forma. Todo lo que es bueno para el sistema cardiovascular lo es para el cerebro, el ejercicio físico es además antidepresivo y es importante tener una vida social rica y someterse a desafíos intelectuales.

-¿Qué tipo de desafíos?

-No hacer siempre lo mismo, buscar cosas que nos cueste hacerlas como aprender un idioma o a tocar un instrumento musical

-A cuántos más desafíos someta a mi mente, más potenciaré las conexiones neuronales ¿verdad?

-Exactamente porque ahora sabemos que el cerebro cambia permanentemente y que puede regenerar neuronas en la edad adulta.

-¿Me servirán esos desafíos para retrasar la amenaza del alzhéimer?

-Servirán, al menos, para retrasar su aparición entre cinco y diez años.

-¿Es mi cerebro el creador de la realidad con la que convivo?

-Exactamente. No vemos con los ojos, vemos con el cerebro que interpreta la realidad. En realidad, como pensamos es como sentimos.

-Pues será mejor tener un pensamiento positivo, ¿no?

-Que no le quepa la menor duda. Hay que ser resiliente. Ante un problema hay quien lo sabe encajar y reescribe mejor una realidad que no puede cambiar y hay quien se deprime.

-¿Qué hacer en esos casos de depresión?

-Buscar ayuda profesional. Los amigos son importantes, pero en casos de personalidades depresivas no sirven. Los depresivos pueden arrastrar a sus amigos al hoyo.

-¿Cómo puedo mejorar mi forma de pensar para actuar con mejores resultados?

-Con el optimismo y huyendo de los pensamientos tóxicos.

-¿Es útil la memoria para imaginar el futuro?

-Sí porque en el hipocampo hay áreas clave para recordar el pasado que nos hacen por tanto imaginar el futuro.

-¿Qué es la neuroimagen?

-Son las técnicas modernas que están apareciendo para analizar el cerebro en personas que están vivas. Hasta no hace mucho, los neurólogos y psiquiatras teníamos que esperar a que algo trágico pasase para estudiar un cerebro desde el punto de vista funcional y anatómico.

-El neurocientífico John Gabrieli, del Instituto Tecnológico de MIT, en Boston, acaba de proponer la medición de la neurodiversidad humana para predecir el comportamiento futuro de las personas. ¿Qué le parece?

-Me parece una buena idea utilizar las técnicas modernas para ayudar a la salud mental. Nosotros no contamos con marcadores biológicos que sí existen en otras áreas de la salud y eso complica el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas. Con estos marcadores que facilitará la neuroimagen seremos más efectivos a la hora de tratar a nuestros enfermos.

-¿Podremos adelantarnos en el tratamiento de enfermedades que llegarán e incluso mejorar nuestras posibilidades para la música, las matemáticas y los idiomas?

-No lo creo. Esos marcadores servirán para detectar enfermedades mentales y para intervenir cuanto antes, pero de ahí a decir que nos ayudarán a ver si nuestros hijos van a ser fenómenos lo dudo. Las habilidades son un talento natural que dependen mucho del contexto en el que se desarrollen o no se desarrollen.

-¿Cómo puede perjudicar a los ciudadanos toda esa información predictiva que en principio solo nos ofrece ventajas?

-Los avances en neurociencia afectan a todo porque todo lo hacemos con el cerebro, hasta respirar. Esos avances tienen que ser conocidos por la sociedad porque se abrirán dilemas éticos y morales que habrá que debatir en profundidad.

-¿Qué tipo de dilemas?

-Hay drogas que sirven para captar la atención de personas con déficit de atención, pero ¿qué pasará si esas drogas caen en manos poco limpias y las empiezan a usar personas sanas para mejorar en su trabajo? Se ha visto también a través de la neuroimagen que enfermos en estado vegetativo tienen cierta actividad cerebral, ¿qué hacemos con esos enfermos?, ¿se desconectan o los seguimos atendiendo? También se puede hoy en día leer en cierta medida el pensamiento de las personas, ¿qué pasará si al final acabamos todos leyendo el pensamiento del que está enfrente? Son muchos los dilemas que habrá que debatir.

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