El intérprete de Félix en la exitosa serie televisiva "El tiempo entre costuras" se encuentra de gira por España con la obra de teatro "La vida resuelta", la primera comedia teatral escrita por los guionistas de "7 vidas" y "Aída" que retrata de forma ácida y divertida a la generación de los treinta y tantos años.
-¿Carlos Santos tiene la vida resuelta?
-En absoluto. El título de la obra es una ironía porque creo que nadie tiene la vida resuelta. Además, sería muy aburrido porque lo más importante es tener metas que cumplir y sueños que alcanzar.
-¿Cómo resume esta comedia?
-Es una comedia de tono agridulce. Presenta a unos personajes que se mueven entre los 30 y los 40 años y refleja la crisis personal que uno vive a esa edad. Eso sí, todo ello con el humor de Marta Sánchez y David S. Olivas, guionistas de series como "7 vidas" o "Aída". El humor y las carcajadas están más que garantizadas. La obra tiene un poso de cierta amargura porque se habla de gente que está cerca de los 40, que mira para atrás y siente que es demasiado tarde para tomar otro camino. Como dicen los autores y el director Juan Pedro Campoy, sería una comedia de la generación "in-in" (insatisfecha e infeliz). El público se lo pasa muy bien.
-¿Ha conseguido sus anhelos?
-Algunos, sí; otros, no. Los que nos dedicamos a la interpretación somos unos afortunados; poder trabajar y vivir de lo que nos gusta es un gran sueño conseguido, pero siempre hay retos que afrontar.
-En la obra interpreta a Luis, un periodista en paro que se encarga de su hijo mientras su mujer triunfa como arquitecta.
-La obra está pegada a la realidad pero no dejamos de ser cinco estereotipos. Mi personaje sería el calzonazos, que ha renunciado a sus sueños de ser periodista para cuidar a su hijo mientras su mujer (Berta Hernández), que lleva los pantalones en casa, cumple sus expectativas. Luego tenemos a Javi Mora, que es el Peter Pan, un tipo de 40 años recién separado con un hijo y que se ha liado con una jovencita veinte años más joven (Adriana Torrebejano). El quinto personaje es la madre soltera embarazada (Cristina Alcázar). El espectador siempre se siente identificado con alguno de los personajes.
-¿Alguna vez ha pensado "y si hubiera tomado otro camino diferente al de actor"?
-Una de las profesiones que más me interesaba era el periodismo. Pero una vez que te pica el veneno de la interpretación, no hay cura posible.
-¿Qué siente cuando se alza el telón?
-Es la magia del teatro. Puedes estar hecho polvo, pero se abre el telón, notas al público y la magia se produce. El aquí y ahora, el tener a los espectadores delante, solo lo tiene el teatro y es por eso que nunca morirá.
-¿A pesar del IVA cultural?
-A pesar del IVA. El IVA es la materialización de una política cultural nefasta. Es cuestión de malos gobernantes. Países que han sido rescatados tienen el IVA cultural mucho más bajo. No se sabe muy bien a qué obedece este castigo con el que nos maltrata el gobierno. A pesar de eso, la gente sigue acudiendo al teatro.
-Ha hecho cine, teatro y televisión. ¿Dónde se siente más cómodo?
-Siempre contesto parafraseando a mi amigo Pepe Sacristán, lo que importa no es el medio sino la historia que vas a contar y que el personaje merezca la pena. Me encanta el aquí y ahora del teatro, pero también me fascina el dinamismo de la televisión y la sensación de perpetuidad del cine.
-A la tercera va la vencida. Ha recibido el Premio Unión de Actores por su papel de Félix Aranda en "El tiempo entre costuras".
-Era la que menos me esperaba de las tres. Estoy muy agradecido y feliz porque esta serie apostaba por dar un salto de calidad. Ha sido una recompensa.
-¿Qué es lo que más le ha fascinado del personaje?
-Tras cinco años interpretando a Povedilla en "Los hombres de Paco", Félix me ha aportado que la gente me conozca en la televisión por otro tipo de personaje.
-¿Qué ha supuesto su paso por "El tiempo entre costuras"?
-Una experiencia personal increíble porque en televisión no estamos acostumbrados a que se apueste de manera tan contundente por una producción tan costosa y tan cuidada como esta. Estuvimos cuatro semanas rodando en Marruecos. Estamos acostumbrados a rodar en los platós y "El tiempo entre costuras" era cine para televisión. Formar parte de algo así te queda para toda la vida.
-¿Y para la ficción española?
-Probablemente habrá un antes y un después. Lamentablemente se sigue apostando por las series low cost. Es muy difícil que una serie como "El tiempo entre costuras" se vuelva a repetir a ese nivel de producción. Ojalá se haga pero es complicado. La serie venía avalada por una novela de mucho éxito y tenía cierto éxito garantizado. Marcó un punto de inflexión.
