Es difícil que toque la lotería. Las probabilidades así lo dicen. E igual de difícil es que un mismo emplazamiento reparta la suerte durante dos años seguidos. Pero no para el "Mi Bar". Este quiosco de Urzáiz, en activo desde 1955, lleva dos años consecutivos repartiendo alegría. El Sorteo de Navidad de la Lotería Nacional dejó dos buenos pellizcos de dinero en el Calvario, desde donde este local vendió dos décimos del cuarto premio. En total, 40.000 euros para un establecimiento que sus dueños califican de "sitio con suerte".

Ubicado en el número 167 de la calle Urzáiz, en O Calvario, desde hace año y medio, el "Mi Bar" dio la sorpresa de la jornada al vender un cuarto premio con el número 67009. "No tenemos ni idea de quienes compraron los dos décimos", dice Alejandro González, uno de los dueños del local, que vendió los dos boletos ganadores por terminal.

Entre las felicitaciones recibidas tras el anuncio del número, tanto Alejandro como su hermano Camilo, ambos dueños del local, se encontraban "nerviosos" por recibir a las personas agraciadas. Sin embargo, se trata de un nerviosismo que les es familiar. Y es que este establecimiento ya repartió el año pasado 12.000 euros de dos quintos premios (81854 y 05721). "Es un sitio con suerte", decían en el "Mi Bar", que empezó a vender lotería en el 2013.

Entre la alegría del momento, durante la mañana no paraban de entrar clientes y vecinos que venían a por boletos para el sorteo de Reyes y a dar las felicitaciones a los vendedores. "Seguro que ahora vamos a dar también el de Reyes", decía una persona cercana a los dueños, mientras estos sonreían y no paraban de despachar.

Ya por la tarde, tras la visita de Loterías del Estado, los vendedores portaron sonrientes con el cartel que les acredita como vendedores del cuarto premio, mientras comentaban el problema técnico que impidió a los afortunados cobrar la lotería en el día, la gran novedad de este año que se quedó en agua de borrajas. Algo que, a buen seguro, no importará mucho a los ganadores de los dos premios de 20.000 euros.

Con este bagaje de premios entregados, los dueños solo esperan más afluencia de compradores. "Ahora esperamos que venga más gente para los próximos sorteos, como suele pasar", comenta Alejandro, dueño de un local abonado a la suerte, puesto que también allí se selló un boleto de 3.000.000 de euros de la primitiva.

Mientras, por otro lado, el sorteo dejó otros dos pequeños pellizcos de dinero en Travesía de Vigo y Sanjurjo Badía. En una cafetería y en un quiosco, respectivamente, se vendieron dos décimos del número 74.012 que fue agraciado con uno de los quintos premios. Los afortunados, cuya identidad desconocían los propietarios de los dos negocios en los que se vendieron los boletos han logrado convertir su inversión de 20 euros en 6.000.

Uno de los dos establecimientos que repartieron esta pequeña alegría de este quinto premio fue la cafetería Jomato, ubicada en la calle Travesía de Vigo, 89. El establecimiento, regentado por Manuel Pérez desde hace 35 años, únicamente llevaba los últimos dos repartiendo décimos para el sorteo de Navidad a través de la terminal automática.

"Siento mucha alegría", indicó el responsable de la cafetería, que no sabía cuantos décimos había vendido del número ni quien había sido el agraciado, sospechando que no era un cliente habitual de la cafetería. Esto, sin embargo, no impidió que el buen ambiente se apoderara del establecimiento y las llamadas de amigos y familiares no dejaran de sonar durante las horas posteriores a conocer un premio que nunca olvidará pese a haber repartido ya dinero en varios sorteos de la Primitiva o de la Bonoloto.

El otro boleto agraciado con 6.000 euros se despachó en el quiosco Valentín situado en el número 40 de la calle Sanjurjo Badía. Al igual que en la cafetería de Vigo, su propietaria, Silvia Huertas, hace solo dos años que despacha lotería. Si bien es cierto, su padre ya lo hacía en el bar que regentaba a escasos metros de su negocio y que le cedió la terminal de Lotería. "No es el mayor premio que he dado, ya que tuvimos una quiniela reducida de 14.000 euros, pero es una satisfacción saber que hemos dado un premio como éste", decía.

Aunque desconocían quién había sido la persona afortunada, su pareja, Amador David Márquez, intuía que sería alguien del barrio o incluso de alguno de los colegios de la zona cuyos padres acuden al quiosco habitualmente. "Estamos muy contentos y muy nerviosos. Es una satisfacción muy grande vender un premio de la Lotería de Navidad. Aquí compran muchos vecinos de la zona de Sanjurjo Badía y ojalá de la haya tocado a alguien que lo necesitara de verdad", comentaba alegre.