La ONG reconoció que durante la madrugada el barco de Greenpeace fue conminado por parte del buque Relámpago a abandonar la zona y que su capitán, Joel Stewart, contestó: "Hemos recibido y comprendido su mensaje. Vamos a permanecer en posición. Estamos obligados a permanecer aquí, pues nuestro deber es proteger el medio ambiente y tenemos la obligación de hacerlo".

"No permitiremos estas imprudentes prospecciones petrolíferas del Rowan Renaissance en aguas profundas, ya que nosotros y los millones de personas que nos apoyan consideramos que son extremadamente temerarias. Instamos al Gobierno español a proteger el medio ambiente y a proteger a los ciudadanos de las islas Canarias en vez de proteger los beneficios privados de Repsol", aseguró Stewart.