Recoge su biografía que cogió la flauta a los ocho años de edad y no se separó de ella. Tras completar la formación musical superior, María Toro prosiguió ampliando conocimientos y destrezas en la Escuela de Música Creativa de Madrid.

Tras su primer convite a participar en un espectáculo de flamenco, decidió estudiar con profundidad esta música. Su relación con la escuela Amor de Dios le brindó trabajo en diferentes compañías de flamenco como Flamencos en route con giras por Suiza y Alemania.

Su traslado a Nueva York también le sirvió para ampliar miras. En la ciudad de los rascacielos, tocó en lugares emblemáticos como el Blue Note, Joe´s Pub o el 55th Bar.

En Nueva York, grabó su disco A Contraluz, antes de su traslado a Río de Janeiro. Ahora desde la latitud brasileña reorienta su carrera siempre con vocación internacional y sin dejar de mirar para casa.