"Mi madre era de Córdoba, de Baena. Se dedicaba al cante y trabajaba en la compañía de Antonio Molina. Una vez, de gira por Vigo, conoció a mi padre. Se enamoraron, se quedó a vivir en Galicia y dejó la profesión". Beatriz Ruibal (Pontevedra, 1966) habla de su madre y con esta palabra ha titulado el proyecto que muestra estos días en PhotoEspaña y que publica en un libro homónimo que está ya llegando a las librerías.

En ella, muestra fotografías con textos bordados que sirven para el recuerdo pero también como cura emocional. "Tras morir mi madre, me enfrenté a un abismo emocional e intenté narrar con cierta distancia esa soledad en la que encontraba desde espacios vacíos a los objetos con los que jugaba de niña y así me fui descubriendo", prosigue Ruibal para quien la identidad personal reside en parte en esos espacios y objetos familiares, del pasado.

"Yo -detalla- siempre tengo preocupación por la representación de la ausencia. Siempre hay un punto de melancolía. Me gusta narrar historias transmitiendo sensaciones". En este caso, una laca de uñas roja, una toma frontal del suntuoso cabecero de la cama donde dormía su madre, una foto de un retrato antiguo y otros detalles de la casa ayudan a construir la vida de aquella andaluza que se quedó en Galicia por amor.

Ahora, su hija cuenta esta y otras historias como la que muestra en "Skyline", un proyecto audiovisual en el que toca el tema de la urbe y la memoria, retratando los diez rascacielos más emblemáticos de Madrid como contenedores de memoria.

Esta adulta que cuando era niña fotografiaba los carteles de las películas en el cine Tamberlick de Vigo se prepara para, en octubre, participar en la Habana, invitada por la Embajada española, al festival "Ellas crean, Cuba".

También con el continente americano está tendiendo una conexión el fotógrafo compostelano Jesús Madriñán (1984). En unos meses, mostrará una exposición individual en México -así como otras dos en Barcelona e Italia- además de estar impartiendo clases en la Universidad Autónoma del Caribe en Colombia que lo invitó a ser profesor de fotografía.

Desde este país, habla de su último proyecto, "La vida suspendida", que también muestra en PhotoEspaña que califica como "la gran cita de la fotografía en nuestro país" y donde "participar es todo un honor". Sobre su muestra, apunta que "es una colección de naturalezas muertas que, con la intención de desafiar el género clásico del bodegón, registra el entorno personal del autor para evidenciar el proceso creativo".

En este caso, el proyecto toma y refleja su metodología de trabajo como tema central. En estos bodegones, aparecen objetos que revelan la realidad del artista, por ejemplo, fotos de anteriores proyectos como "Goodnight London" con retratos documentales de jóvenes en los clubs londinenses al final de la noche y del que también hay una versión gallega, "Boas noites". Sobre una mesa con un mantel blanco, varias de esas imágenes comparten presencia con unas cerezas rojas.

En un bodegón como este, se aprecia lo que él mismo describe: "Hay un carácter subversivo común en toda mi obra, en la que examino la paradoja resultante de utilizar técnicas previsibles y minuciosas, propias de la fotografía de estudio, en situaciones espontáneas e incluso caóticas", añade un autor que finalmente logra imágenes serenas.

La serenidad también se percibe en las fotos de la viguesa Carla Andrade (colaboradora de Lois Patiño en el archipremiado filme Costa da Morte). Su "Geometría de ecos" se muestra también en PhotoEspaña. Andrade las describe como "una serie de fotos no narrativas que mediante el paisaje reflexionan sobre la representación del vacío en el mismo. El blanco (la nieve) simboliza el vacío. La idea es dotar una estructura formal a ese concepto de vacío", añade.

Ese vacío no se interpreta como algo personal, del interior del ente humano, sino que se circunscribe solamente al paisaje del que la fotógrafa destaca el misterio, su irracionalidad, sencillez... "No tiene nada que ver con el vacío interior pero sí con el vacío físico", este último entendido como "concepto de realidad".

Andrade fue elegida junto a los también gallegos Madriñán y Nicolás Combarro -entre otros artistas españoles- para la muestra P2P de PhotoEspaña que contó con tres comisarios, uno de ellos gallego, Luis Díaz, también fotógrafo. "La exposición parte de un blog que Iñaki Domingo y yo pusimos en marcha, www.30y3.com, en el que mostramos el trabajo de fotógrafos españoles. Llevamos cuatro años haciéndolo para tener un conocimiento exhaustivo de lo que pasa en la fotografía española joven", explica este coruñés asentado en Vigo y que nació en 1978.

Esta muestra no se contenta con solo colgar las fotografías de las paredes sino que ha partido de una concepción de iguales entre artistas y comisarios. Estos dieron libertad a los fotógrafos para reflejar "la variedad y dinamismo de las prácticas desarrolladas hoy en día en la fotografía contemporánea".

El trabajo de Díaz resulta también interesante. Entre los proyectos que se pueden ver en su web se encuentra "Music boxes", cajas de música, una serie de fotografías sobre los palcos de música en Galicia. En las imágenes, se puede ver el deterioro y abandono de espacios que fueron en su día el corazón de pueblos ahora envejecidos o vacíos. Para Díaz, es un trabajo a medio camino entre lo documental y lo conceptual.