"A finales del siglo XV Vigo se libró del peor feudalismo, representado por Pedro Álvarez de Sotomayor, Pedro Madruga, el enemigo a batir de los vigueses, "una mala bestia" según sus contemporáneos. Su objetivo en Galicia, tras ser clérigo, era el poder total al menos del sur de Galicia, de donde quería ser el único señor feudal". Palabras del medievalista Carlos Barros ayer en el Club FARO, tras ser presentado por Benxamín Rocha.

El título de la charla de Barros fue Vigo contra Pedro Madruga" y a documentar esa información dirigió la misma, hilvanando hechos históricos locales del siglo XV, a partir de 1470. "La leyenda atribuye el apodo de Madruga al conde de Sotomayor porque él se jactaba de ser le que antes madrugaba en sus cabalgadas pero no habla de las veces que tuvo que huir en combate -decía ayer Barros-. Vigo era entonces una "vila" que dependía del arzobispado de Santiago y Madruga tenía obsesión por apoderarse de él, No solo había motivos económicos como los impuestos que se podían obtener de los negocios de la mar sino porque era punto estratégico para moverse en el sur de Galicia, entre otras cosas para controlar el camino de Portugal".

Toda la narración de Barros giró en torno a una infraestructura clave en ese tiempo para la defensa de Vigo, el "Castelo do Penso", ubicado en el monte del Castro, una fortaleza que tuvo especial relevancia en las contiendas feudales de los vigueses, comandados por los Pazos de Probén (Diego), los Figueroa (Gregorio) y Gregorio de Valladares. Ese castillo fue derribado dos veces, la segunda "muy dura y con muchos muertos en Vigo".

Un personaje crucial de esta lucha de los vigueses contra Madruga: el arzobispo Fonseca, de Santiago, primero aliado con éste en las luchas contra los irmandiños, entre 1467 y 1469. El auge del movimiento irmandiño fue posible por la existencia de lo que el estudioso Carlos Barros llamó "mentalidad justiciera y antiseñorial" de la sociedad gallega bajomedieval, que rechazaba las injusticias cometidas por los señores, considerados popularmente como unos malhechores. Un escenario histórico más amplio: la guerra de Isabel la católica (1475) contra el rey de Portugal, por la disputa con La Beltraneja, hija de Enrique IV de Castilla, de la corona de Castilla y Portugal

Fonseca (re))construye por un pacto con los vigueses y para defenderse de Madruga el castillo do Penso, en 1470, tras la revuelta irmandiña, siendo su primer alcalde Gregorio de Valladares. El primer asalto de Fonseca al castillo, para controlar Vigo, en 1471. Hubo largo asedio y sus defensores aceptaron rendirse, tras recibir unos 300 disparos de catapulta. Pero en 1475 cambian las tornas. Se inicia la guerra de Isabel la Católica contra Portugal y Pedro Madruga está en el bando de La Beltraneja y portugués, mientras Fonseca está en el de Isabel. "Madruga queda en minoría -cuenta Barros- y los vigueses piden venganza por los sucesos de la conquista de Penso. En la lucha Madruga consigue volcar la contienda a su favor al contratar mercenarios extranjeros con un arma entonces desconocida en Galicia: los arcabuces. Toma en 1476 el castillo de Tenorio defendido por Gómez Pazos de Probén hasta la muerte.

Hay ese mismo año 1976 una emboscada en el camino de Tui a Baiona, propiciada por los fidalgos que han perdido a sus familiares en el castillo de Tenorio. Fue la primera derrota de Madruga, que tiene que huir perseguido por dos hijos de Gómez Pazos de Provén y uno de Álvaro de Figueroa.

Poco tiempo después, los vigueses se aprestan otra vez a la batalla enterados de que vuelve Pedro Madruga sobre la ciudad y logran reunir a unos 1500 soldados contra el doble de Madruga. Tiene lugar la batalla del Areal de Coia, a campo abierto . Ahí es donde el hijo de Álvaro de Figueroa pelea cuerpo a cuerpo con Madruga y, con la llegada de los hijos de Diego Pazos de Probén casi le matan, si nno llega a ser por los arcabuceros. En esa defensa de Vigo, posterior a la toma de Tenorio, la gente de Sotomayor le cortó la cabeza a los tres hijos de los nobles que capitaneaban la causa viguesa.

Tras la batalla de Coia, los vigueses se repliegan hacia Vigo y Figueroa se refugia con soldados en el castillo de Penso. Madruga hace una gran masacre en los alrededores del castillo, entre la población viguesa.