Elena Poniatowska recordó en su discurso al gran escritor colombiano Gabriel García Márquez, fallecido el pasado jueves. "Con 'Cien años de soledad', le dio alas a América Latina, y es ese gran vuelo el que hoy nos envuelve, nos levanta y hace que nos crezcan flores en la cabeza", afirmó. Poniatowska lucía en sus orejas unos pescaditos de oro, a semejanza de los que hacía y deshacía el coronel Aureliano Buendía al final de sus años. También citó a otro excelente escritor fallecido recientemente, el mexicano José Emilio Pacheco, ese amigo que le hablaba de "la inmensa vida de México", y al Nobel Octavio Paz.

Rodeada de sus tres hijos y de siete de sus diez nietos, Poniatowska disfrutó de la jornada; en realidad lo lleva haciendo desde que llegó a España. Y desde ese momento no ha dejado de reivindicar a la mujer mexicana. "Me siento muy solidaria con las mujeres de México, sin ellas el país se caería en mil pedazos porque son un elemento aglutinador, resistentes y muy generosas", comentaba, poco después de finalizado el acto, a un grupo de periodistas.

El dinero del premio, 125.000 euros, lo donará a la fundación que creará con su hijo Felipe para promover la cultura en México. Una decisión que tomó "desde el primer instante", aunque vive "tan en la estratosfera, tan lejos de la realidad", que no sabía ni que el "Cervantes" fuera acompañado de dinero. "Pensé que con el solo honor era suficiente".

Tiene varios libros por delante, entre ellos uno que le está costando "mucho trabajo" porque es sobre el último rey de Polonia, Estanislao Augusto Poniatowski, antecesor de su familia. "Yo pensé que todos los reyes eran espeluznantes, pero con ese me di cuenta de que era muy buen rey", declaró a "Efe". Dejó también claro que los reyes españoles le parecieron "lindísimos" y tuvo "buena onda con ellos".

"La Reina me gusta muchísimo, y me gusta su cara", decía Poniatowska, que conoció a la madre de Sofía, la reina Federica, en Grecia, hace sesenta años.

También tuvo palabras de elogio para el Príncipe Felipe, con quien conversó el pasado martes, durante el almuerzo con el mundo de la cultura. "Me pareció muy inteligente, sensible y me habló de la educación de sus hijas".

"Me dijo que su personaje preferido era Mandela, que es también el mío, por luchón, por las batallas que ganó, por saber vivir en la cárcel", decía Poniatowska.