"Estoy feliz porque todo se haya resuelto, pero a medias", aseguró ayer el abuelo José Ramón Iglesias. Muestra del especial cariño que profesa por la nieta -aunque tiene tres más- son las centenas de fotografías que guarda en su móvil de última generación. "Estoy dolido; me han denunciado por secuestro... Si lo piensas, ¡podrían haberme caído ocho años de cárcel!", reflexiona en relación a la última sentencia. Al contrario, el juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Ponteareas ha decretado el sobreseimiento provisional y archivo de esa causa. "Hemos sufrido muchísimo con esto", reconoce este profesional que continúa desempeñando su actividad con normalidad.

Al abuelo de 55 años le rondan varios temores aún en la cabeza: qué ocurrirá con el nuevo hijo que espera el mismo padre y madre de la pequeña -que siguen sin trabajo y en las mismas condiciones, según asegura su padre-. Yqué pasará con la custodia de la menor si la reclaman o si el servicio de Menores recurre la sentencia.