El vigués Diego Romero es el director de fotografía de A Esmorga de Ignacio Vilar. Con una larga y nutrida carrera con base en Estados Unidos, recibió junto al director italiano Roberto Minervini una mención especial en el último PlayDoc por Stop the pounding heart, que también se mostró en Cannes. Romero defiende la calidad del cine hecho en Galicia: "Si en el extranjero se habla ahora del cine de la península, se habla más que nada del Novo Cinema Galego.".

A su juicio, el reportaje especial que publicó el pasado año sobre este movimiento Cahiers de Cinéma "ayudó muchísimo. Una de las vanguardias del cine internacional está en Galicia. No puedo predecir si se quedará en una generación o no. Lo que sí creo es que la Xunta y las instituciones deberían prestar más atención. Es el cine que se ve fuera de España. Que no lo estén ayudando me parece terrible. La Xunta tiene una gran responsabilidad en apoyarlo".

Respecto a su trabajo con Ignacio Vilar, Diego Romero apuntó al respecto que es una película diferente a Pradolongo y Vilamor, más oscura, más pesimista".

En cuando a Stop the pounding heart, hizo hincapié en lo que supone este filme en su filmografía, cerrando una trilogía rodada con Minervini. "En esta última, señaló, el guion lo hicimos juntos, a diferencia de la dos anteriores. Es la más cercana al documental de las tres. Los personajes se interpretaban a sí mismos y en las dos anteriores eran ficticios. Aquí partíamos de la realidad".

Ante la cuestión de si le daba miedo jugar entre ficción y realidad en el trabajo, responió que no. "Era lo que buscábamos. Queríamos abrir un debate sobre lo que es un documental, sobre lo que es realidad. Nos interesa mucho esa línea y nos interesaba traspasarla. A Roberto y a mí, nos interesaba ese híbrido. Puede crear confusión, pero también abre preguntas".

Respecto al PlayDoc, señaló que "es un gran festival. Dentro del panorama internacional, me parece de los mejores. Son muy atrevidos por enseñar películas difíciles de ver en otros sitios".