"El tráfico mundial de niños para adopciones, guerras, explotación sexual... es una pandemia. Con nuestro programa español de bases de datos de ADN se podría obstaculizar de modo creciente, dijo ayer en el Club FARO José Antonio Lorente, catedrático de Medicina Forense de la Universidad de Granada y director del programa DNA-Prokids.

Lorente, que fue presentado por la médico forense María José de la Fuente, quiere que España lidere la lucha contra el tráfico de menores en el mundo, como lideró otro programa de su autoría, el Fénix, sobre identificación de cadáveres. Y explicó cómo surgió su interés por el problema de la identificación de menores. "En mis viajes por América Latina y Asia-comentó- siempre me sorprendía ver tantos niños 'sueltos' por las calles, abandonados. Preguntaba y sólo encontraba resignación. En Lima la policía me contó la gran dificultad que tenían para saber su filiación. En Guatemala, en 2004, me contaron los enormes problemas que tenían con robos de niños para adopciones ilegales, que iban mayoritariamente a Estados Unidos. Y saltó la chispa. Pensé en bases de datos con información genética de esos niños que se pudiera comparar con la de familiares que denunciaran una desaparición. Empezamos a hacer un programa piloto"

DNA-ProKids es un proyecto que José Antonio Lorente ideó en 2006 y cuajó en 2009. Los primeros resultados, con niños de Guatemala, se vieron en 2010. Según explicó, vieron pronto que funcionaba. "Hoy colaboramos -dijo- con 16 países (siete de Asia y nueve de Latinoamérica) y podemos hablar de más de 620 identificaciones positivas que no hubieran sido posibles sin el ADN. Se han evitado más de 250 adopciones ilegales. Y estamos sólo en un 5% de lo que tendríamos que hacer".

¿Es un problema grave? Lorente espondió a esa pregunta con la palabra "pandemia" y unos cuantos datos. "De 185 países encuestados, 161 reconocieron estar afectados por tráfico de seres humanos. 1.2000.000 niños hasta 18 años son víctimas de este tráfico y el 95 por ciento ha sufrido algún tipo de violencia sexual o al menos física. Les puedo contar como ejemplo entre muchos el de los niños esclavos de Namibia. Roban a menores por las aldeas, los llevan a pescar a zonas costeras y cuando ya no les sirven los abandonan en zonas alejadas. Uno de los problemas que tiene la policía es identificarlos".

Entre 0 y 3 años, los niños son víctimas de adopciones ilegales o utilizado por ejemplo, para entrar en España con madres postizas a las que no pueden devolver. Los mayores de 3 y 4 años son utilizados para mendicidad, trabajos como el citado de Namibia, sexo, guerras...).

La ausencia de identificaciones adecuadas y la imposibilidad de conocer sus orígenes facilita este tráfico. "Hay que dificultar la vida a los criminales usando todas las tecnologías disponibles y sentando las bases de futuras estrategias globales contra ellos", dice.

Y añade: "Necesitamos tener bases de datos más grandes, y para eso hacen falta los padres. En Haití o en Filipinas hemos podido rescatar muchos niños al hacer los análisis rápido. Si se extiende como precaución tomar muestras de los niños que entren en la red de protección social de cada Estado o vayan a ser adoptados en el extranjero, sabremos que el chiquillo que no lleve con los papeles su análisis de ADN es robado. Y para devolverlo hace falta que los padres denuncien y den muestras ellos también".

El siguiente paso será "una red internacional. Ahora mismo, como es lógico, la base de datos de cada Estado le pertenece. Pero hay que cruzar datos. Imaginemos que aparece un crío en España que dudas si es de Guatemala, que es el país pionero con todo esto e incluso lo tiene recogido en una Ley, la Alba-Keneth, de 2010, o de otro sitio. Estamos viendo que hace falta un centro de coordinación, internacional. Por eso hemos iniciado las conversaciones con el Gobierno de España para intentar que esté aquí. Somos el país adecuado por conexiones culturales y la situación y la experiencia, ya que tenemos muy controladas las adopciones, con mucha seguridad jurídica. La cuestión es no perder la oportunidad".