Recibe invitaciones para dirigir conciertos en cuatro continentes. Es el batuta principal de la Sinfónica de Oporto y el director musical de la Orquesta de Solistas de Luxemburgo. Y le une desde hace cinco años una relación especial con la Real Filharmonía de Galicia, a la que califica de "curiosa e interesante". El alemán Christoph König es uno de los directores de fama internacional que más visitan Vigo y asegura sentirse "muy a gusto" con el público "interesado y atento" de la ciudad". Mañana presenta un programa de música de cámara, a las 20.30 horas en el Centro Cultural Novacaixagalicia, dentro del programa de la Sociedad Filarmónica de Vigo. En solo un mes, estará de vuelta.

-¿Qué programa presentará esta vez en Vigo?

-Con un repertorio más bien para una orquesta de cámara, con tres sinfonías de Haydn y la "Suite de danzas francesas" en un arreglo de Hindemith y una composición de Charles Ives, "El aniversario de Washington".

-¿Por qué un programa de música de cámara?

-En su estado normal, la plantilla de la RFG es más bien de cámara: con dobles vientos y una cuerda no tan grande como otras. Esto, en cuanto a la cantidad; la calidad es otra cosa. Últimamente no había dirigido mucho este repertorio y quería volver a los orígenes y a las raíces de esta orquesta.

-¿Cómo describiría las piezas?

-Ives será el contraste de Haydn. Las sinfonías de Haydn son de gran belleza, melodía y asaltos musicales. - Ives es un compositor moderno que aquí hace una descripción de una tarde de invierno con nieve y oscuridad, triste y gris, mezclada con una danza americana de tipo popular. Ives siempre está jugando con los elementos. Es un experimento y una gran provocación.

-Hace un año contaba que el reto actual era mostrar la relevancia de la música en épocas de crisis. ¿Han avanzado en ello?

-Solo veo pasos simples, únicos. En tan poco tiempo, no se puede avanzar demasiado, pero no soy tan pesimista como la mayoría. Nos estamos quejando mucho y hay gente que esta sufriendo más. Acabo de tener una reunión con la ministra de Cultura de Luxemburgo (donde es el director musical de la Orquesta de Solistas Europeos) que ha sido muy prometedora. Nos están apoyando más que antes. También en Portugal, aunque todavía tiene que ahorrar mucho dinero, se está relajando un poco la situación. También escucho noticias positivas en este país, a pesar del paro.

-¿Cómo hay que apoyar la música? ¿Con dinero o con otro tipo de medidas?

-No cuesta mucho ayudar a la cultura. Nuestra entrevista es un buen ejemplo. Hay que difundir y dar relevancia a la cultura. En nuestra época tenemos tanta televisión y distracciones de corto plazo, que a la gente le cuesta mantener la atención mucho tiempo y para un concierto necesitamos una concentración 100% durante una hora y media, mínimo. Y eso es resulta imposible para algunos jóvenes hoy en día. No solo es una cuestión económica.

-¿Ve diferencias entre otros países y España?

-Los recortes han sido más drásticos. Parece que se lo toman más en serio aquí. Han digerido que ahora es el tiempo de limpiar las cuentas, como en Alemania. De hecho, ambos países tienen puntos similares, lo que me provoca un gran placer, a pesar de la situación. Pensando que este país tenía 6 o 7 orquestas en la época de Franco y que, ahora, hay mínimo 30, tampoco queda tanto espacio para quejas. Están reduciendo las actividades y el dinero, pero la situación en general todavía no es un desastre.

-¿Qué proyecto o actuación le gustaría abordar con la RFG?

-Como principal director invitado, quiero contribuir a la riqueza de la programación, con cosas poco habituales, como este programa con sinfonías de Haydn, que casi no se conocen. Combinar este contenido diferente con otro más conocido, para atraer el público. Pero como ya tengo nombre aquí, la gente tiene confianza y viene, aunque no conozcan el programa. En Luxemburgo, todos los años hago un concierto donde no anuncio la segunda parte del programa. Después del descanso, es una tábula rasa, nadie sabe lo que vamos a tocar y siempre está llena la sala. Es fantástico.

-¿Qué metas persigue en su carrera?

-He disfrutado tantas cosas buenas; he dirigido orquestas en todo el mundo; estoy presente en mercados, en cuatro continentes? Pero mi meta siempre ha sido estar con buenos músicos. No puedo decir: "Quiero ser el próximo director titular de la orquesta de Berlín" (el puesto aún está vacante a partir de 2018). No es realista ni creo que yo pueda contribuir en algo muy distinto. Pero trabajando siempre con buenos músicos, sería feliz