Antes de que Cantares gallegos se imprimiese en Vigo en 1863, estudiantes marcaban un hito del resurgir de la literatura galaica -aunque no en gallego- en el famoso Banquete de Conxo (1856). En el mismo, tres poetas gallegos entonaban sus versos en una comida de confraternización entre alumnos, artesanos y obreros. Eduardo Pondal, Luis Rodríguez Seoane y Aurelio Aguirre declamaron poesías en castellano. Algunos versos incendiaron la pacata sociedad compostelana. Tanto que Aguirre fue denunciado ante el arzobispo de Santiago y tanto él como Pondal fueron amenazados con el destierro. Pidieron perdón y pudieron quedar. Desde entonces, hasta su temprana muerte a la edad de 25 años, Aurelio Aguirre se convirtió en un poeta muy seguido en Galicia. Tras una detallada investigación, la profesora Olivia Rodríguez ha demostrado que la leyenda de su suicidio es falsa. También ha logrado publicar un libro con el cuerpo poético completo, hasta el momento, del autor. La obra se presentó ayer.

El acto se desarrolló en el número 7 de la Rúa do Vilar, en Santiago, que acoge hoy la Fundación Torrente Ballester y que un día de 1833 vio nacer a Aurelio Aguirre. El edificio muestra desde ayer una placa en su recuerdo. Por su parte, el libro presentado, lleva por título Recuerdos de agosto. Obra poética. 1850-1858 y está editado por Alvarellos.

Olivia Rodríguez -que ofrece la edición crítica en el libro junto a un estudio del filólogo de la Universidade de Vigo Xurxo Martínez- hizo hincapié en que Aguirre murió ahogado en la playa de San Amaro. Unos 50 años después de su muerte, se olvidaron estas circunstancias y se inició una leyenda sobre su amor por Rosalía no correspondido.

Rodríguez rechaza esto último basándose en documentación. También resalta que Aurelio Aguirre, el Espronceda gallego, es "un poeta muy olvidado" que en su época era famosísimo. Cuando falleció, como su madre no tenía dinero, sus amigos realizaron una colecta para que se siguiesen publicando sus poemas por entregas que había comenzado a editar.

El libro presentado ayer contiene dos libros manuscritos con poemarios, hojas con otros poemas y versos recogidos por la prensa de la época en las denominadas follas volandeiras.

La obra completa el cuerpo literario recogido en una obra póstuma que censuró y cambió versos de Aguirrey que se publicó en el año 1901.