Vientos huracanados, lluvia, olas gigantes, más lluvia, mar de fondo, nieve... Asistimos a uno de los inviernos más duros de los últimos años en Galicia, un invierno de los de antes. Meteorólogos gallegos analizan las causas de estos fenómenos atmosféricos adversos, que en su opinión entran, sin embargo, dentro de la normalidad.

Para Juan Taboada, técnico de predicciones de Meteogalicia, las claves de esta situación atmosférica habría que buscarlas en tres factores simultáneos: el desplazamiento del anticiclón al sur de las Azores, la llegada de borrascas profundas desde Islandia e Irlanda que se alimentan de aire frío, y la circulación zonal de la corriente de vientos en altura. "Estamos en la época del año en que la radiación solar es más baja en el hemisferio Norte, con lo que el aire frío de las regiones polares desciende en latitud y alimenta borrascas", refiere Taboada. El efecto combinado de que el anticiclón se haya movido hacia el sur de Azores y de que las borrascas sean profundas y lleguen desde el Norte es lo que está acusando Galicia, y como hay mucha diferencia de presión el viento tiende a ser fuerte.

Admite que en las últimas semanas se han juntado muchas borrascas seguidas, por lo que la sensación que tenemos es de un invierno muy malo, mucho peor que los anteriores, "pero si abrimos el objetivo y vemos los diez o quince últimos años nos damos cuenta de que casi siempre hay un período en que llega un tren de borrascas como el actual". Y alude al invierno del año 2000/2001, con borrascas incluso más frecuentes.

Salvando algún temporal muy fuerte, como el de la noche del 23 y la madrugada del 24 de diciembre, o el temporal de oleaje del día 6 de enero, a Juan Taboada no le parece que la situación esté siendo anómala, sobre todo si se considera el período desde el mes de octubre.

Eso sí, la lluvia está siendo un factor determinante. Si hace dos años, en el invierno de 2011/12, la precipitación acumulada en Galicia en diciembre, enero y febrero fue solo de 149 litros por m2, ahora en poco más de mes y medio en la vertiente atlántica supera ya los 480. Estos son los datos de diciembre y enero (hasta el día 21) de cuatro de las estaciones meteorológicas más representativas de las Rías Baixas: Vigo (Avda. Madrid): 403; Vigo (Campus): 481; Lourizán (Pontevedra): 548; Corón (Vilanova de Arousa): 497.

El veterano meteorólogo Santiago Pemán recurre al refranero para explicar que si las lluvias no llegan en un momento del año, llegarán en otro: "As vacas que non comen cos bois, ou comen antes ou comen despois". "Tuvimos un verano muy bueno -apunta- y ahora viene el invierno como tiene que venir: malo. Si esto sigue así, podemos pensar en una primavera alta y un verano bastante aceptables".

Santiago Pemán lo tiene claro: "En Galicia caen 2.000 litros de lluvia al año; me da igual que caigan en verano o que caigan en invierno... es una forma de hablar porque en verano joroba más. La gente quiere buen tiempo siempre, pero no puede ser".

Ante la sucesión de borrascas, Pemán recuerda que el pasado verano la situación fue la opuesta, pues el anticiclón de las Azores enviaba, uno detrás de otro, anticiclones a Europa. "Pero ahora esa circulación del aire del Oeste se ha puesto en el Golfo de Vizcaya, con lo que nos llega toda la porquería del Atlántico".

Martín Barreiro, meteorólogo gallego de TVE, considera que se trata de una situación normal en esta época del año, aunque la frecuencia de las borrascas que entran por el suroeste van dejando días de mucha lluvia y estamos teniendo "un invierno sólido, un invierno de verdad, de mucha tralla de lluvia e incluso nieve. Otras veces -comenta-, entre una borrasca y otra aparecía en escena el anticiclón, que bloqueaba por algún tiempo la entrada de nuevos frentes desviándolos al Norte, algo que sucederá previsiblemente la próxima semana". Las causas de esta situación climatológica, en palabras del meteorólogo de TVE, son "la circulación del chorro polar que desciende de latitud y va descargando borrascas, que se van enlazando unas con otras"; a ello se suma la situación algo más al sur del anticiclón de las Azores, "lo que permite que las borrascas circulen más a su antojo".

"Tenemos la sensación -añade Martín Barreiro- de que está siendo un invierno muy lluvioso, y es cierto, pero no deja de ser algo normal; lo que es más molesto es que haya tan pocas treguas entre las borrascas". Recuerda que en Galicia ha habido inviernos muy crudos, con más de 20 días sin parar de llover.

Uno de los factores que explican la situación atmosférica en Galicia es la circulación zonal de las borrascas, que hace que lleguen desde el mar hasta tierra. "Esa circulación depende de los vientos en altura, lo que se denomina la corriente en chorro", explica Juan Taboada. Se trata de una corriente que circula entre 8.000 y 10.000 metros de altura, que unas veces va siguiendo más bien los paralelos y en otras ocasiones, los meridianos. Cuando sigue los paralelos se denomina zonal, y en caso contrario meridional.

En un invierno con la circulación meridional suele haber períodos de calma bastante prolongados, y de repente llega la lluvia con mucho frío, con nevadas en cotas muy bajas. Con la circulación zonal, como la que se da en la actualidad, los frentes vienen con mucha lluvia y de forma continua, lo que provoca esa sensación desapacible de las últimas semanas. Explica Juan Taboada que estos fenómenos atmosféricos están afectando también al mar, con la sucesión de avisos de alerta por la fuerza del viento, seguida de episodios de mar de fondo.

Frente a la sucesión actual de borrascas, el técnico de Meteogalicia señala que la primera mitad de diciembre no fue tan mala, "y el mes de noviembre fue muy suave, con muy pocos días de lluvia; con la llegada de diciembre empezó a hacer frío, con heladas, pero era un tiempo muy tranquilo". La explicación es que el anticiclón se encontraba un poco fuera de su sitio, al norte de la Península Ibérica, y el aire frío del Atlántico no era capaz de moverlo. De ahí que los temporales fuertes se desplazasen en esa época a la zona de Inglaterra y al mar del Norte.

"Un aspecto curioso en esa situación -añade Juan Taboada- es que otra rama de ese aire frío siempre va hacia el sur y acaba afectando a la zona de Canarias. Cuando en el otoño o en el invierno tenemos en Galicia días secos y soleados durante un período bastante largo, casi siempre ocurre que en Canarias acaban con temporal".

Aumentan las temperaturas

Hace tres años, el grupo Ephyslab (EnvironmentalPhysics Laboratory) de la Universidad de Vigo llevó a cabo un estudio sobre el comportamiento de las principales variables meteorológicas en Galicia en el periodo 1961-2006, que fue publicado en la revista "Climate Research". Los resultados más destacables fueron que las temperaturas estaban aumentando, tal y como era de esperar en el contexto de calentamiento global en el que nos encontramos, y que las precipitaciones mostraban tendencias decrecientes en invierno (diciembre-enero-febrero) y crecientes en otoño (septiembre-octubre-noviembre).

"Quizás lo que no se reflejó en dicho trabajo fue la variabilidad de los últimos años en los que se han encontrados situaciones de lluvias persistentes, seguidas de periodos secos y entradas de frío inesperadas", señala Nieves Lorenzo, una de las investigadoras del grupo. "El año pasado -continúa- nos encontramos con nieve en cotas bajas a mediados de marzo. Esto puede deberse al efecto del deshielo Ártico, también conocido como Artic Amplification, como consecuencia del calentamiento que sufre el Ártico".

Añade la investigadora que en general la temperatura está aumentando más rápido en las latitudes polares que en el ecuador y los trópicos, lo que provoca que la diferencia de temperatura entre los polos y el ecuador disminuya. Al disminuir esta diferencia, la corriente en chorro, que separa las masas de aire cálido subtropical de las masas de aire frío de origen polar, se "destensa" y se vuelve más meridional.

Nieves Lorenzo explica que durante el invierno Galicia se caracteriza especialmente por la lluvia y el viento procedente de situaciones de oeste y suroeste con flujos de aire procedente del Atlántico. "Esto se debe principalmente -comenta- a que en invierno la menor radiación solar que recibe el hemisferio Norte provoca que el aire frío baja a latitudes más bajas haciendo descender el anticiclón de las Azores y alimentando las borrascas que se desplazan cerca de Galicia".

Memoria climática

En cuanto a los recuerdos de las personas mayores, que hablan de inviernos mucho más duros, Martín Barreiro apunta que "el recuerdo climático suele estar viciado porque no deja de ser un recuerdo personal y cada uno evoca el pasado de una forma distinta; bien es cierto que hace décadas hubo años de nevadas muy intensas y de mucho temporal". Pero también puede haber criterios más objetivos. Así lo entiende Santiago Pemán, que alude a las condiciones de vida de antes, "sin calefacción, con ventanas de madera en las casas y con peor ropa y calzado que ahora".

En cuanto a la previsión para las próximas semanas, parece que las borrascas nos darán un respiro y tendremos unos días de tiempo más estable, que se agradecerán bastante", concluye Martín Barreiro.

Así fueron los inviernos anteriores

2010/11: seco y variable

La temperatura media fue de 7,7ºC y la precipitación acumulada ascendió a 410 litos por m2. El comienzo del invierno fue frío, y normal en cuanto a las precipitaciones. En el mes de enero se registraron temperaturas cálidas y lluvias intensas, concentradas en la primera quincena del mes. Las temperaturas oscilaron entre los 19.2 ºC de Vigo y los -10 ºC de Cabeza de Manzaneda. Finalmente, el mes de febrero de 2011 presentó una alta variabilidad tanto en las temperaturas como en la precipitación. En conjunto, fue un invierno normal en lo que respecta a las temperaturas medias, y seco en cuanto a las precipitaciones.

2011/12: muy poca lluvia

El invierno comenzó con un mes de diciembre que en general reflejó valores normales de temperatura -la media de los tres meses fue de 7,3ºC- pero con precipitaciones que estuvieron por debajo de lo normal. Enero fue un mes frío, con temperaturas algo por debajo de lo esperado, y muy seco, con predominio de situaciones anticiclónicas. Febrero también fue un mes frío, con cielos despejados por las noches, y extremadamente seco; de hecho, las precipitaciones acumuladas en todo el invierno fueron solo de 149 litros por m2. En la segunda quincena de febrero se registraron temperaturas diurnas altas, con valores que superaron los 20 ºC.

2012/13: cálido y húmedo

Invierno cálido en gran parte de Galicia y húmedo, aunque cerca de la normalidad, con una temperatura media de 8,2ºC y unas precipitaciones acumuladas en los tres meses de 606 litros por m2. En diciembre las temperaturas fueron altas en la mayor parte del territorio gallego y las precipitaciones superaron los valores esperados. En enero también se superaron los valores normales de precipitación y se registraron altas temperaturas debido a la presencia de vientos del sudoeste. Las temperaturas estuvieron en general por debajo de lo esperado en febrero, que fue un mes seco en casi toda la comunidad.