Con más de 150.000 libros vendidos en Portugal y 25.000 en España, la nutricionista lusa Ágata Roquette ha puesto de moda en la península Ibérica su "Dieta de los 31 días", publicada en castellano por La Esfera de los Libros. Esta licenciada en Nutrición e Ingeniería Alimentaria, que intervino esta semana en el Club Faro, promueve una dieta "nada estresante" para quienes desean adelgazar sin pasar hambre.

-"No pases nunca hambre. Para adelgazar hay que comer". Es una de sus 50 reglas de oro. ¿Lo dice en serio? ¿No es un contrasentido?

-Muchos creen que hacer una dieta es no comer o tomar solo una sopa, con lo que al cabo de una o dos horas sienten hambre y para saciarse escogen los peores alimentos: galletas, bollería, pan... Lo que propongo es que no hace falta pasar hambre para seguir la dieta, lo importante es seleccionar bien lo que vamos a comer para no andar después picoteando entre horas.

-Uno de los propósitos recurrentes al inicio de un nuevo año es el de perder peso. ¿Es un buen momento para intentarlo?

-Es, sin duda, el mejor momento para empezar una dieta, porque durante las fiestas de Navidad todos nos excedemos algo con las comidas, y además se cuenta con tiempo suficiente para llegar al verano con unos kilos de menos. Es el mejor momento del año para iniciarla. Yo cuando adelgacé empecé mi dieta un día 3 de enero y conseguí perder los kilos que quería antes de casarme en septiembre.

-¿Qué efectos tienen en el organismo los cambios bruscos en los hábitos alimentarios?

-En la primera quincena el efecto más común es el estreñimiento; y en el aspecto físico el cambio más apreciable es que, al dejar de tomar la mayoría de los carbohidratos, el cuerpo se deshincha. En la dieta que propongo no se dan cambios demasiados bruscos, porque se mantiene el pan en el desayuno, yogures, quesitos, zanahorias crudas€ Tampoco quito el aceite.

-¿Es la suya una "dieta milagro" más? ¿En qué se diferencia de otras fórmulas de moda?

-No es una dieta milagrosa porque nunca se pierden más de 5 kilos en el primer mes. Se trata de no tomar hidratos de carbono como pastas y cereales durante ese periodo, salvo un día a la semana, pero manteniendo el pan en el desayuno. En ese mes las mujeres suelen perder entre 3 y 5 kilos, y los hombres entre 5 y 8 kilos. A partir del primer mes se introducen los carbohidratos y se pueden perder entre 2 y 3 kilos, pero lo importante es controlar un peso equilibrado. Es una dieta que no estresa mucho, no tiene reglas muy inflexibles, ni de cantidades ni de horarios.

-¿En qué consiste lo que denomina "Día Loco"?

-A mis pacientes les concedo desde el principio libertad para que una vez a la semana -el sábado o el domingo- se salten el régimen e ingieran todo aquello que no pueden comer el resto de los días. Es una forma de llevar la dieta con más alegría. Este día es tan importante como los otros seis. Además, durante la semana se pueden tomar tapas como pimientos de Padrón, gambas al ajillo, revueltos de espárragos€ Una vez que se ha estabilizado el peso, el Día Loco se extiende a todo el fin de semana, incluido el viernes.

-Cuenta usted que en su adolescencia practicaba patinaje artístico de alta competición y que cuando dejó el deporte empezó a engordar. ¿Es bueno el ejercicio físico para combatir los excesos en la comida?

-Se recomienda que durante los primeros 31 días se realicen caminatas, o correr algo, pero sin una gran obligación. En mi caso, no me planteo grandes retos físicos porque tengo dos hijos, trabajo mucho€ un poco de gimnasia el fin de semana es para mí suficiente. Empezar una dieta y un ejercicio físico a la vez puede ser contraproducente, porque la actividad física abre el apetito. Recomiendo algo de deporte, pero sin excederse.

-Se planteó usted en serio perder peso cuando decidió que "tenía que caber en el vestido de novia" de sus sueños. ¿Es importante tener una motivación a la hora de afrontar una dieta?

-De hecho, los 31 días es el período de motivación para seguir después la dieta. Una persona que pierde dos o tres kilos en un mes gana motivación para mantenerla después. En mi caso, la motivación fue la boda, porque antes tenía una relación muy extraña con la comida. El noviazgo y la preparación de la boda me ayudaron a perder 20 kilos. Creo que siempre tiene que haber una motivación; ahora, estando en enero, puede ser plantearse adelgazar de cara al verano. En otra persona puede ser que va a cumplir 40 años y quiere sentirse bien€ Cada uno debe buscar sus propios motivos.

-Algunas personas, ante situaciones vitales complicadas se obsesionan con la comida como válvula de escape. ¿Está ocurriendo algo parecido con la crisis actual?

-Sí. Aunque suene paradójico, en épocas de crisis la gente suele engordar, salvo los casos más extremos de necesidad, por supuesto. A las personas que están en el paro les resulta mucho más difícil seguir una dieta; están todo el día en casa y solo les apetece comer. Y si están un poco deprimidas, todavía comen más. Creo que sí, que la crisis va a llevar a muchas personas a engordar; van a compensar todo con la comida.

-Recomienda dormir bien para adelgazar y afirma también que el estrés engorda. ¿Tanto influyen en el peso los estados anímicos o el descanso?

-Con el estrés se come de forma mucho más compulsiva y se consumen alimentos más calóricos y dulces, sobre todo chocolate, que es ansiolítico. Y el dormir bien tiene que ver con una hormona, la leptina, que nos controla el apetito; si no dormimos bien, esa hormona no completa su ciclo normal. En mi consulta, cada vez veo más casos de insomnio, posiblemente relacionados con el estrés o con la crisis.

-Otro de los consejos más sorprendentes de su dieta es el rechazo de los zumos naturales€

-Sobre todo en este tipo de dietas que bajan los hidratos de carbono, porque los zumos no incluyen solo una pieza de fruta sino al menos tres, con lo que el azúcar se multiplica por tres. Además, la mejor parte de la fruta, la fibra, que evitaría absorber tanto azúcar, es la que no tomamos en un zumo porque se queda en el exprimidor. Si no seguimos una dieta, por supuesto que podemos tomar zumos dos o tres veces a la semana.

-¿Qué importancia tiene el agua en las dietas?

-El agua tiene una importancia fundamental para eliminar las toxinas del cuerpo. Hay que beber entre un litro y medio y dos al día. Yo antes era algo escéptica, pero ahora noto en mis consultas que quien bebe ese litro y medio o dos diarios pierde realmente más peso y el cuerpo se desintoxica mejor.

-¿Comen mejor los portugueses que los españoles?

-Los españoles abusan de los fritos, porque son muy aficionados a las tapas: croquetas, calamares€ Los portugueses no tenemos esa costumbre, pero somos más de dulces y comemos mucho pan.

-En su nuevo libro incluye 50 "recetas potables". ¿Por qué es bueno hacer varias comidas al día?

-En mi dieta se pueden comer todos los pescados -incluyo bastantes recetas de bacalao- y platos muy variados. No tiene por qué ser todo a la plancha; eso provoca mucha monotonía en la dieta y la gente acaba por aburrirse. Existe también lo que se llama instinto de supervivencia del cuerpo, que después de pasar hambre tiende a acumular como reserva lo que se ingiere, por miedo a pasar hambre de nuevo. De ahí la importancia de hacer varias comidas a lo largo del día. En mi dieta propongo tres comidas y dos tentempiés al día.