Fue el actor George Clooney el que hace algunos años puso de moda el tener un cerdo vietnamita como mascota. Las ventas de estos simpáticos animales se dispararon también en España y pocos se pararon a pensar en que estos animales de adultos pueden llegar a pesar hasta 100 kilos. Los abandonos aumentan cada día y los problemas comienzan a manifestarse.

Un estudio pionero ha documentado 42 casos de asilvestramiento de estos cerdos en 12 comunidades de España, un número que no es elevado pero que ha ido aumentando desde que en 2007 se conociera el primero de ellos, según recoge este trabajo publicado en Animal Biodiversity and Conservation. En Galicia se han hallado cerdos o grupos de estos cerdos, algunos hibridados con jabalíes en cinco zonas: András, Cuenca del Río Verdugo y Campo Lameiro, en Pontevedra, además de en Santiago y en A Coruña (en zonas no especificadas en el estudio).

El estudio está realizado por Miguel Delibes-Mateos, del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos de Ciudad Real y Adolfo Delibes, biólogo de la Junta de Castilla y León en Valladolid. Los expertos aseguran que en algunos casos se han observado indicios de que los cerdos vietnamitas se reproducen en libertad y de posibles híbridos con jabalíes o cerdos asilvestrados, por los rasgos morfológicos que presentan los ejemplares, aunque es necesario un análisis genético para confirmarlo.

El 70 por ciento de los casos se trataba de un solo ejemplar encontrado, pero otras veces han sido una pareja o incluso grupos.

Los investigadores advierten en el estudio que los cerdos vietnamitas en libertad podría reducir el patrimonio genético de la población española de jabalí, además de agravar daños en cultivos o por accidentes de tráfico.

De la misma opinión es Serafín González, presidente de la Sociedad Gallega de Historia Natural que, aunque admite que los jabalíes no son una especie amenazada, "sí es un grave problema la contaminación genética que se produce en la especie y las posibles enfermedades que pueden pasar a las poblaciones silvestres autóctonas".

Además de casos recabados por internet, el trabajo ha contado con la colaboración de cazadores, agentes medioambientales y senderistas. Algo más de un 57% se localizan en áreas rurales y el casi 43% en urbanas. "En parques de Santiago yo mismo he visto a personas paseando a su cerdo vietnamita; el problema es cuando esa mascota crece hasta pesar 100 kilos y ya no es tan sencillo tenerla en una casa; el tráfico de especies de otros lugares para mascotas es un problema muy grave", insiste González.

Serafín recuerda la necesidad de actuar cuando se comienza a constatar la presencia de especies exóticas en libertad. "Si se tarda en reaccionar puede ser peor, como ocurrió con los mapaches en Lugo que escaparon de un zoo y que han causado importantes daños ambientales ya que son depredadores", apunta.