Al escrito enviado por el alcaide de O Carballiño, el popular Argimiro Marnotes, pidiendo formalmente a la Real Academia Galega, que introduzca en su diccionario el término castellano pulpo, para que en este municipio ourensano se le pueda llamar oficialmente así, "pulpo", y la tradicional Festa do Pulpo carballiñesa siga atrayendo visitantes con ese nombre, no han parado de lloverle críticas.

El alcalde justifica su petición a la RAG para que esta fiesta, declarada de interés turístico mantenga la denominación de Festa do Pulpo "porque al pulpo aquí, siempre le llamamos así". Pero el alcalde la ha liado con el pulpo, porque a los defensores de la lengua no les ha gustado el escrito.

Primero fue la Mesa pola Normalización Lingüística, que ha tomado partido en el asunto del pulpo á feira carballiñés, y que ha enviado una petición a la Real Academia Galega, para que "en un ejercicio de coherencia", al pulpo en Galicia se le siga llamando "polbo" y la de O Carballiño pase a ser "Festa do Polbo", sin otros miramientos. Salvo, enfatiza la Mesa "que quieran ponerle directamente Fiesta del Pulpo y se dejen de una vez de ambigüedades"

Pero a la marea de críticas se sumó ayer la de la Agrupación del PSdeG en O Carballiño que califica la petición del alcalde de "ridícula e inapropiada", y afirma que, como Marnotes siga tratando de castellanizar el gallego, "a este paso a O Carballiño pasará a bautizarlo como El Roblecito".

El Concello de O Carballiño, que se ya se hizo famoso hace tres años por nombrar Hijo Predilecto de la villa, al pulpo Paul, aquel cefalópodo de acuario que había pronosticado la victoria de España en el Mundial de Fútbol de 2010, la Festa do Pulpo, como se ha denominado hasta ahora en el municipio, le ha granjeado en cada edición miles de visitantes de toda España y pingües beneficios económicos, para una comarca puntera en la preparación del mismo y sede de las mejores "pulpeiras" del planeta.

Pero la Agrupación del PSdeG-PSOE en ese concello afirma que "en realidad los carballiñes están preocupados por temas como el desempleo el encarecimiento de vida, al que contribuye subiendo las tasas municipales, cuestiones a las que si debe dedicarle tiempo este gobierno municipal, en lugar de entrar a valorar si la palabra pulpo se puede o no introducir en el diccionario de gallego".

La concejala socialista y secretaria nacional de Política Lingüística del PSOE, Iolanda Otero calificaba ayer la decisión del alcalde como "un acto de ignorancia muy atrevida", propia de un aprendiz de lingüista capa e dar lecciones de gallego a la más alta institución de la lengua en Galicia".