Julia Navarro, que dijo que le encanta ser políticamente incorrecta, cuenta que desarrolló para esta historia de judíos y musulmanes un exhaustivo trabajo de documentación histórica, al mismo tiempo que iba creando y perfilando a las decenas de personajes que ahora siente como "reales" y parte de su vida. "Primero pienso la novela entera y voy creando los personajes. Al mismo tiempo voy leyendo sobre ese tiempo histórico para documentarme. Cuando tengo la novela escrita en la cabeza, con todos los personajes perfilados, es cuando me pongo a escribir. Y en esta última novela, para la que necesité tres años de trabajo, empecé por el capítulo final".

Explicó que 'Dispara, Yo Ya Estoy Muerto' es una "novela de personajes muy diferentes, a los que la vida ha puesto en situaciones insoportables. "Ofrece un friso histórico desde finales del siglo XIX hasta 1948, viajando desde la Rusia zarista hasta Jerusalén, pasando por París, Londres, Toledo, Madrid y los campos de concentración nazis.

En la novela, dos familias y dos personajes masculinos. Samuel perderá a sus seres queridos en un pogromo y a manos de la policía en la Rusia zarista de 1881, huirá del odio de San Petersburgo, tratará de rehacer su vida en Palestina y verá cómo, por más que busque la paz y la amistad con la familia de los Ziad, el hecho de ser unos judíos y los otros palestinos le acompañará a él y a sus descendientes hasta la muerte. "Yo espero que el lector no haga una lectura política. La política del escenario es solamente el telón de fondo, lo realmente importante son los personajes que tienen que tomar las riendas de su vida", dice Navarro.