"Este éxito produce placer pero también miedo, vértigo -decía ayer en el club FARO Dolores Redondo, una de las grandes revelaciones de la novela española actual. He tenido que cambiar mi modo de trabajo, el tiempo de que dispongo es otro, el que estoy fuera de casa es mucho mayor... Claro, alguna noche me despierto pensando si es verdad lo que me está pasando, como si fuera magia, y siento un gran peso de responsabilidad sobre lo que escribiré en el futuro".

Con estas palabras definía la autora en Destino de "Legado en los huesos", a preguntas de su presentador, el periodista Rafa Valero, las sensaciones que está viviendo con la publicación y recepción aún caliente de su segunda novela, en la que se mezcla el thriller con la mitología. "Empecé el año -explicó- siendo una autora desconocida, y se vendieron 110.000 ejemplares de mi primera novela, "El guardián invisible". Publiqué hace unos días la segunda parte de mi Trilogía del Baztán, que es "Legado en los huesos", y ya van vendidos unos 40.000 ejemplares y vamos a la segunda edición. Antes mis lectores podían ser humo pero con esta segunda novela comprobamos que son fieles y aumentan porque sigue creciendo la demanda. Añada a eso que ha comprado los derechos el productor de "Millennium· de Steg Larsson y que, visitando el Baztán, se ha quedado prendado del lugar como escenario cinematográfico, ¿Cómo no voy a sentir vértigo"?.

Cribar la realidad

"El otro día me ofendió un periodista que me dijo que este género, el negro, juega con el morbo y que para él era imposible leer algo en que un adolescente aparece muerto en un río. Y me ofendió porque escribir ficción criminal es para mí una manera de cribar la realidad, de procesar cosas muy dolorosas que soportamos todos los días en los informativos. Las realidad sí que es dura, e incluye muchos niños maltratados o asesinados".

Le preguntó Valero sobre los personajes de esta novela y la obsesión de ser madre que aparece en la protagonista, la policía Amaya. "No quise endulzarlo -respondió- . Muchas veces las cosas que se desean tanto y durante tanto tiempo no son cuando llegan como se esperaban. La maternidad es en su suma maravillosa pero tiene momentos de auténtica miseria. La llegada del primer hijo está idealizada siempre: el niño será precioso y todo será maravilloso pero luego vemos que es una criatura que también te descoloca, que te obliga a plantearte tu vida laboral, marital, sexual... Todos hemos visto a madres desbordadas por la maternidad, aunque rebosen amor por el retoño porque la criatura que llega no deja de ser un cachorro humano con sus impertinencias y desmesuras".

El miedo al mismo miedo, como algo que se plantea en la novela. "El miedo de la protagonista es a algo que ha probado. Todos tenemos miedo a algo que al menos ya hemos vislumbrado anteriormente y aparece en algún momento de la vida. La pérdida de seres queridos, la pobreza, la soledad, la enfermedad...", dijo Redondo.

Y en la entrevista que le hizo su presentador no podía faltar una referencia sobre la violencia que forma parte del alma de su novela, ejercida sobre una adolescente. "No hay peor violencia que la que se ejerce sobre un niño porque carece de voz. Y la pregunta es qué proceso terrorífico oculto puede haber sufrido un niño antes de llegar a ese momento de extrema violencia que es su muerte. Ahora tienen ustedes en Galicia el caso de Asunta. ¿Cómo será para un niño vivir en la sospecha o certeza de que le pueden matar¿ Aunque no llegara a ocurrir, eso siempre deja secuelas".

La voz de denuncia que no pueden expresar los niños pero también las víctimas en general fue otro de los temas de la charla, al calor de la actitud de la protagonista de su novela. "Hay que tener mucha generosidad -dijo- para poner a la víctima en el centro de tu vida para darles voz, y eso es lo que intenta la policía Amaya en mi novela".

Dolores Redondo cree que el lector de novela negra es "muy listo, esta muy entrenado. En una novela histórica, romántica... van leyendo sin más. Pero el lector de novela negra anota, vuelve atrás, mira, remira y hasta descubre al asesino antes de acabar las páginas del libro".