¿Qué come el pescado de piscifactoría que nos comemos? De los peces "bolos", pescados vivos con los que comenzaron a alimentar las plantas de rodaballos en los años ochenta a la actualidad -en la que la producción de pienso es industrial- se han conseguido nuevos alimentos con menos harina y aceite de pescado. El porcentaje de proteínas vegetales en la alimentación de la acuicultura se ha disparado. Es decir, cada vez los peces de cultivo como dorada, lubina, salmón o lenguado -carnívoros u omnívoros- son más vegetarianos.

Tanto es así que los responsables del Center for Environmental Science's Institute for Marine and Environmental Technology de la Universidad de Maryland han llegado a presentar la que dicen ser la primera dieta completamente vegetariana para peces de acuicultura marina.Una combinación de maíz, soja y trigo -en cuanto a la harina- y de soja y extractos de algas, en combinación con aminoácidos como la taurina son la sustitución del aceite de pescado convencional "Actualmente la acuicultura no es sostenible, ya que se necesita más pescado salvaje para alimentar a los peces, que los que se están produciendo", indicó Aaron Watson. "Una nueva dieta vegetariana podría cambiarlo todo". Científicos del Reino Unido también están desarrollando un nuevo producto basado en vegetales y microorganismos, que pueda reemplazar la harina de pescado.

El alimento natural para los peces carnívoros son otros peces. Hacer digerir los alimentos vegetales a los peces de cultivo es un avance importante. Pero, ¿qué sabor tendrán los peces criados con vegetales?, ¿será el mismo?, se preguntarán los consumidores.

Esta batalla no es nueva. La postura se comenta en los ámbitos científicos desde que la demanda de pescado -detrás está el hábito de consumo de una dieta más sana- comenzó a crecer exponencialmente y por tanto, también la producción en factorías.

El profesor de investigación del CSIC y experto en la temática, Antonio Figueras, está al corriente del tema desde hace años. Valora el cambio de dieta de las crías en la acuicultura por la sostenibilidad del ecosistema, pero alerta: "Habrá que ver los efectos". "Soy partidario de buscar una alimentación que no dependa de la explotación pesquera, pero los cambios también tienen que ver con la capacidad de que esa nueva dieta sea digerida por el animal y cómo afectará a las tasas de crecimiento". "Que una especie omnívora o carnívora (como el salmón, por ejemplo) pase a ser vegetariana es casi milagroso; no se hace de la noche a la mañana. Ya es mucho que pase de comer una presa viva a un pelet y ahora, al cambio de composición", explica Figueras.

La acuicultura incrementa las preocupaciones ambientales, entre ellas la de los peces "forraje" de los océanos que podrían agotarse para alimentar a todos los peces de crianza. Casi un tercio del pescado capturado en el mundo no es usados para consumo humano, sino para producir alimentos para otro pescado. Y durante años se han realizado esfuerzos para encontrar dietas acuícolas alternativas en base a vegetales como maíz, soja y trigo. Si bien el contenido de harina de pescado en la dietas de los peces ha sido reducido, eliminarlo completamente ha sido un problema, porque los peces de crianza no comen ni crecen tan bien en dietas sin harina de pescado.

Queda por ver cómo las lubinas, doradas o lenguados aceptarán esa proteína vegetal, que a priori es menos apetecible. Y además comprobar que la tasa de conversión -la rentabilidad entre los kilos de comida invertidos por cada pez cultivado- sea más baja al usar proteína vegetal que al usar proteína animal. "La clave del éxito de un cultivo es que el tiempo empleado para alcanzar la talla comercial sea el menor posible. Por tanto la dieta basada en la proteína vegetal tiene como mínimo que cumplir ese objetivo", añade el investigador.

Entre los handicap que presenta el nuevo sistema 'vegetariano' está la palatabilidad del pez cultivado, es decir su sabor para el consumidor, que está muy relacionado con la dieta. Y también los efectos sobre la calidad del músculo; o lo que es lo mismo, la textura del pescado. "Lo que funciona en el salmón puede que no funcione en la lubina", comenta Figueras. El experto también deja entrever las oscilaciones en la pesquería de anchoveta de Perú y Chile hacen que el precio de la harina de pescado fluctúe y haga que las compañías de pienso busquen alternativas a la proteína animal utilizando proteínas de origen vegetal.