"Son muy adaptables y dispuestas a desenvolverse en ambientes diferentes; es un comportamiento (el de las gaviotas) similar al de las paloma o los estorninos urbanos", explica el biólogo y responsable del último censo de gaviotas en el Parque Nacional Illas Atlánticas. Solo un 10% de estas aves son urbanas. Y se refiere al aprovechamiento de los alimentos. "Son individuos que aprenden a aprovechar un recurso, ya sea las patatas de las terrazas o los bocatas de los niños y son capaces de aprender una estrategia para robar", explica. "Es un problema de salud pública". De todos modos, el experto resume la situación: "Ahora hay muchos pollos nacidos este año y ese primer año es crucial en la vida de una gaviota; pueden morirse la mitad y, en general, en todas las colonias se mueren muchos", concluye. La alimentación durante ese periodo es la que marca que tengan que buscar fuentes alternativas de comida en la ciudad ante -por ejemplo- la clausura de los vertederos al aire libre, que las venía alimentando en los últimos treinta años.