El puerto del Club Náutico de Vigo acoge en agosto el mayor número de embarcaciones que, procedentes de diferentes puntos de Europa, descansan unos días en la ciudad, siempre como parte de un recorrido más extenso por las costas del norte español y el litoral portugués. Las vacaciones en el mar son una forma diferente de descanso, que para los aficionados a la navegación supone, además, una oportunidad de mezclar el placer y tranquilidad del mar con el turismo náutico a modo de caravana acuática.

"Mi barco es mi casa", afirma Rémi Durel que, aunque con nacionalidad francesa, se declara afincado en "A.", el nombre de la embarcación en que viaja, en esta ocasión junto a su hija Circé. Las costas gallegas y portuguesas son su destino favorito, "Galicia siempre es un lugar agradable para visitar", dice Rémi sobre unos puertos que visitó por primera vez en 2005. Desde entonces, amarra en nuestras costas regularmente por estas fechas. "El mar gallego es más apacible en verano" pero en invierno prefiere el cálido sur portugués.

De Portugal procede Afonso Mogadoro que, a bordo de su barco de vela bautizado como "Quetzal", ha hecho de Vigo su cuna de descanso. Hace 6 años que repite, junto a su familia, el turismo náutico por unas costas gallegas de las que confiesa haberse quedado prendado. "Galicia tiene unas condiciones naturales, playas muy bonitas, que no hay en otros lugares de Europa, como las de Cíes o Barra. Lo hacen muy especial". Y en la ciudad de Vigo, "con mar, con verde, con montaña, tranquilidad y con buena comida", sintetiza Afonso, se obtiene un destino de vacaciones ideal. "Mientras tengamos barco, iremos en él". La navegación como transporte, como afición y como sinónimo de descanso. El hotel, el avión o el coche "no son para Galicia", considera Afonso.

Y la comida, siempre la comida. Para Melanie y Christian la gastronomía es, junto con la arquitectura típicamente gallega, el mayor atractivo de la ciudad olívica. Estos arquitectos de origen germano, que viajan junto a otros compañeros de profesión en su velero "Akita", recorrerán durante las próximas semanas el mar portugués, tras haber amarrado en distintos puertos gallegos, como A Coruña y Muros, antes de llegar hasta Vigo. Las islas son otro de los grandes atractivos turísticos de la ciudad para ellos, que se declaran aficionados a la naturaleza gallega. "El hecho de que sean un entorno protegido, tan hermoso, lo hace especial" y, en cuanto a la navegación, "el viento de la zona es propicio para la vela, y las distancias cortas facilitan la navegación".

Descubrir desde la costa

No solo varía el medio de transporte sino, según los aficionados a la navegación, también cambia la forma de conocer la ciudad. "Es muy bonito descubrir una ciudad entrando desde la costa por primera vez. Es como conocerla desde fuera", lo que lo hace diferente, mantiene Gian Pierre Kelbert que, junto con su esposa Sophie, sus dos hijos y una pareja de amigos propietarios del barco, llevan días recorriendo las costas del norte de España, hasta que estos días amarraron en el puerto Náutico de Vigo. Es la primera vez para ellos en una ciudad olívica que, según describen, sabe a Galicia. "Vigo es una ciudad muy placentera. Como toda Galicia: muy acogedora, cálida, con personas muy agradables" que para Sophie Kelbert son una parte muy importante de la riqueza de una ciudad. "Por supuesto, no solo me gusta navegar. Cuando viajo, quiero conocer la gente, las ciudades y su ambiente. Salir de noche y pasear".

Para la familia Kelbert, Vigo es un buen descubrimiento. El barco, llamado "Yemanja", en el que navegan -propiedad de una pareja amiga- los ha traído desde su Bretaña francesa natal, pasando por el litoral del norte de España. Y aquí pasaran unos días, conociendo la ciudad y sus islas próximas (Cíes y Ons), además de las localidades vecinas, como Vilagarcía de Arousa. Conociendo a Galicia desde sus costas.