El aumento de la nota media de corte para obtener una beca, aprobada ayer por el Consejo de Ministros, no satisface a la comunidad escolar gallega, que entiende que de este modo se está imposibilitando que los alumnos con menos recursos económicos accedan a la educación y sobre todo a las carreras con mayor dificultad. Representantes de padres, directores de centros públicos y profesorado lamentan que, una vez más, una nueva reforma educativa salga adelante sin el consenso político y social necesario para conseguir que los cambios sean duraderos en el tiempo.

"Han introducido algunos cambios porque antes se exigía un 6,5 para la matrícula, compensatoria y desplazamiento, y ahora para la gratuidad de la matrícula se pide un 5,5, pero sigue siendo lo mismo porque pagar la matrícula es el menor de los gastos", reconoce Julio Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Profesores Estatales (ANPE) Galicia. El representante de este colectivo de profesores asegura que subir la nota de corte hará que en España haya "estudiantes de primera y de segunda", ya que solo permitirá estudiar la carrera elegida a quienes tengan medios. para pagar los estudios.

"No todas las carreras tienen la misma dificultad y quienes no lleguen a la nota mínima exigida para entrar o luego para renovar su beca se verán abocados a escoger otras, probablemente con menos salidas laborales, en las que alcanzar ese mínimo no sea tan difícil", explica Díaz, para quien cada vez se ponen más trabas para conceder becas y aboga por una reforma educativa "con un mínimo de consenso." "Los partidos, todos, tienen que tener más alturas de miras y no hacer política con la educación y la sanidad".

Bertila Fernández, portavoz de la Federación Olívica de Nais e Pais, rechaza la subida de la nota de corte al entender que pone trabas al acceso a los estudios. "No podemos poner barreras ni guillotinas. Efectivamente, hay que ser estudiantes concienzudos, pero tampoco hay que eliminar todo como un huracán", sostiene.

Para Fernández, el nivel académico no se mejora subiendo las notas de corte para ser becados, algo que solo afecta a quienes menos recursos tienen, sino motivando a los estudiantes desde la base. "Un estudiante puede tener unas notas aceptables y luego despegar en la universidad porque allí es donde encuentra su vocación. Si no se le permite elegir ¿qué sociedad de futuro queremos crear, una que tenga que importar los trabajadores cualificados?", añade.

También Manuel Rodríguez, secretario de la Asociación de Directores y Directivos de Instituto de Galicia, opina que la nueva nota mínima exigida hará que se pierdan muchos profesionales de vocación que, por no alcanzar la nota requerida y no poder costearse la carrera, no podrán estudiar. "Si el aprobado es un cinco tiene que serlo para todo", sostiene Rodríguez, que es partidario de que se ponderen otros aspectos y no la nota a la hora de conceder las becas. "Al final, solo la élite podrá estudiar lo que quiera y los demás estaremos esclavizados", manifiesta.