-¿Cómo nace "El Rayo"?

-"El rayo" no surgió de una idea sino de historia con la que nos "topamos de bruces". Hassan, el protagonista de la historia, le compró el tractor a la tía-abuela de Ernesto en la vida real y a partir de ese momento vimos que ahí había una película y queríamos hacerla. Es una película que, en ese sentido, no está basada en hechos reales, es un hecho de verdad.

-¿Cómo se construye un "hecho de verdad" como "El rayo"?

-Los personajes de película son personas reales que se interpretan a sí mismas. Desde guardias civiles hasta la persona que le hace los papeles en el puerto de Algeciras a Hassan o el mecánico de un pueblo cuando el tractor se estropea y hay que arreglarlo. Todos ellos cooperaron al 200% con nosotros. Pero, a la vez, no es un documental, sino que cuentan sus historias, su vida. Es una película de carreteras secundarias, de pueblo, de la España rural, una realidad que no está muy explotada en el cine y que descubre un gran potencial humano. De esta manera, fuimos construyendo la película por el camino, sin guión totalmente cerrado, por lo que había un alto margen para la improvisación.

-¿Pensó alguna vez que no llegarían a su destino?

-El momento más difícil fue el paso de Algeciras a Marruecos, nosotros estábamos grabando una película, por lo que teníamos un tiempo y presupuesto limitado. Teníamos cuatro días para grabar y nos pararon el tractor en la aduana dos días y medio. En ese momento, a pesar de que finalmente se arregló, pensamos que no acabábamos y que nuestra historia se iba a quedar en Algeciras.

-¿Grabar la película fue también un viaje?

-Tuvimos la increíble suerte de contar con un gran equipo profesional y humano con el que hicimos el viaje a un lado y a otro de la cámara. El recorrido en ferry que aparece en la película no sólo lo hicieron los personajes sino también los que estábamos detrás de las cámaras, con nuestras maletas y todo el equipo. Era tan real que sólo teníamos el tiempo que durase el viaje para grabar las escenas. Estar viajando mientras viajas es una experiencia totalmente diferente a lo que cualquiera de nosotros estaba acostumbrado.

-¿Que supone la nominación en el Festival de Cine de San Sebastián?

-Desde el principio teníamos la conciencia de que hicimos una película especial, pequeña por lo que esto supone un punto de partida. Después de tanto sufrimiento, trabajo y esfuerzo económico, competir en el Festival de San Sebastián, uno de los más importantes del mundo, es un escaparate tanto para la película como para nosotros profesionalmente. Es además una forma de que esta llega a la gente que tiene que llegar y será también el estreno de "El Rayo" a nivel internacional.