El cáncer es una enfermedad dura. Así lo reconocen Alejandra Moro, Geli Mosteiro, Victoria Gutiérrez, Asunción Rodróguez, Anita Rey, Milu Fuentes, Mayte Vázquez, Paqui López y Mati García, las nueve voluntarias de la junta local de Vigo de la Asociación contra el Cáncer que ayer mostraron las últimas tendencias en ropa interior y de baño para mujeres mastectomizadas en el decimotercer desfile "Mucho x vivir", que se celebró en el Círculo Mercantil y que este año tuvo como tema el carnaval de Braasil. Tal vez porque conocen lo dura que es, ninguna cuestiona la decisión que adoptó hace dos semanas la actriz Angelia Jolie de someterse a una doble mastectomía preventiva.

"Con el porcentaje tan alto que tiene de sufrir un cáncer yo habría hecho lo mismo, sobre todo por mis hijos", opina Mayte Vázquez, de 53 años, quien fue sometida a una mastectomía doble hace dos años y tres meses. "Tuve la suerte de que era muy inicial y me reconstruyeron las dos mamas en la misma operación", explica. Fue en una exploración mamográfica. "Del cáncer se puede salir, pero lo que recomiendo es someterse a las revisiones anuales porque es muy importante cogerlo a tiempo", añade.

Un día, Victoria Gutiérrez levantó el brazo y vio que su pecho derecho tenía "forma de pera". No se sorprendió cuando los resultados de la biopsia confirmaron que tenía cáncer. "Las sesiones de quimio no redujeron el tumor, por lo que me extirparon el pecho", explica. De esto hace doce años. Victoria, que hoy tiene 58 años, decidió no reconstruirse la mama. "Sencillamente, no me afecta y no quiero pasar otra vez por quirófano", confiesa esta mujer, que reconoce que tuvo un gran apoyo de su médico de familia. "Me ayudó mucho", afirma.

Anita Rey, de 56 años, encontró esa ayuda en su prima Rosa, que impidió que se aislara. "No tenía ganas de nada y gracias a ella, que me sacaba de casa, aprendí a vivir de otra manera", explica esta vilagarciana, que pasó por dos mastectomías, una con 46 y otra con 49 años, y que aún hoy reconoce que aguarda con nerviosismo los resultados de las revisiones.

Diez años hace también desde que se le dignosticaron a Mati García. "Al principio me asusté un poco, pero luego decidí no pensarlo, también por mi familia porque bajones tenemos las enfermas pero también los familiares, y hay que mirar hacia delante", alega esta viguesa, que tres años después se sometió a una cirugía reparadora. "No me importaba demasiado; lo hice por cuestión de estética", reconoce.