Un total de 161.127 gallegos de entre 25 y 70 años sufriría disfunción eréctil según la prevalencia de este trastorno, que se sitúa en el 18,9 por ciento. Sin embargo, solo el tres por ciento estaría diagnosticado, según los resultados del estudio "Atlas" en Galicia, un proyecto coordinado por la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva (Asesa).

"La disfunción eréctil es una enfermedad infradiagnosticada y por tanto infratratada, como lo demuestra que solo en tres por ciento de los pacientes estudiados tenían una disfunción eréctil diagnosticada", afirma Manuel Varela, presidente de la Sociedad Gallega de Sexología y coordinador de "Atlas" en Galicia, un estudio realizado durante el pasado año con el objetivo conocer la situación de esta patología en las distintas comunidades autónomas desde la perspectiva del médico de Atención Primaria y del propio paciente.

El estudio, en el que participaron de forma voluntaria unos 550 médicos de Atención Primaria de toda España y otros tantos pacientes, constató que solo el 5,7 por ciento de los médicos gallegos pregunta a sus pacientes varones acerca de una posible disfunción eréctil, un porcentaje muy similar al del resto de España. Tampoco la media de tiempo que el varón deja pasar desde que tiene las primeras dificultades de erección hasta que consulta el problema con su médico -1,7 años- varía entre las distintas comunidades. Donde sí hay una considerable diferencia es en el porcentaje de gallegos que acuden solos a la consulta. "El 82,5 % de los gallegos con una posible disfunción eréctil va solo a la consulta, mientras que en otras comunidades esta cifra es de algo más del 60%", comenta Varela. De los gallegos diagnosticados, un 70,2% estaría tratado, según datos de venta de tratamientos orales para esta enfermedad.

Varela advierte de la importancia de la disfunción eréctil, ya que puede ser síntoma centinela de otras enfermedades, como las cardiovasculares y de próstata. "Sabemos que está asociada a un mayor riesgo de presentar enfermedad coronaria y hay estudios que muestran que muchos individuos con disfunción sufren un evento cardiovascular entre dos y tres años después de la aparición de los primeros problemas, por lo que diagnosticarla también puede prevenir otros problemas graves", alerta el especialista.