Los resultados de "Atlas" señalan que la disfunción eréctil es un problema muy importante para el hombre (en 6,3 sobre 7), que hace que los eviten las relaciones sexuales por "miedo a fallar" (5,1 sobre 7) y que les produce sentimiento de culpabilidad (5,3 sobre 7). Sin embargo, el varón tarda al menos 1,7 años hasta que decide poner el problema en manos de su médico. Manuel Varela atribuye esta tardanza a prejuicios socioculturales.

-¿Al varón le sigue dando vergüenza reconocer que tiene dificultades de erección?

-Sin duda esta es una cuestión cultural y hay que concienciar a la población de que no es una vergüenza tener disfunción eréctil, ni se es menos hombre ni es una cuestión de la edad. Hoy se puede tratar y mejorar así las relaciones sexuales tanto del hombre como de su pareja. Sin embargo, un 82,5 por ciento de los gallegos va solo a consulta, una cifra elevadísima y casi un veinte por ciento más que en el resto de España, y esto se debe a que creen que la disfunción eréctil es un problema personal que solo les atañe a ellos y no a su pareja. Esta visión es machista y un gran error porque está demostrado que el tratamiento tiene mejores resultados si la mujer se implica y participa en el mismo. Muchos hombres creen también que es una consecuencia de la edad y se resignan. Sin embargo, este problema puede darse a cualquier edad, aunque es cierto que su prevalencia aumenta a medida que se envejece y que el 40% de nuestros pacientes con disfunción tienen más de 55 años.

-¿Cuáles son sus causas?

-Sabemos que es un problema polifactorial, es decir, están presentes varios factores, aunque en algunos casos pesen más los orgánicos y en otros los psicológicos.

-Además puede ser una alerta de otras enfermedades...

-Además de provocar el aislamiento del individuo, puede ser un síntoma centinela de enfermedades cardiovasculares y de próstata. Detrás de la mitad de las disfunciones orgánicas subyacen problemas cardiacos.