En los fogones de la alta cocina gallega los insectos, en principio, no tienen cabida. "Yo estoy abierto a cualquier cosa pero, al menos a corto plazo, no veo que un plato con insectos tuviera acepción por el público", apunta Xosé Torres Cannas, cocinero de Pepe Vieira. Superar el "asco" es lo más complicado, aunque el cocinero advierte que él ha probado en sus viajes "muchos insectos exquisitos", como las hormigas de limón, en Venezuela. "Hay que pensar que también para otras culturas comer lamprea, pulpo y centolla sería algo impensable", añade.

Pepe Solla es más tajante ante la posibilidad de introducir los insectos en sus recetas. "Me debo al paladar, al gusto y al placer de una región y de una despensa y mi primera misión es potenciar y difundir nuestra cultura gastronómica", justifica. Como Torres Cannas, en sus viajes no duda en probar lo que es genuino de cada lugar y las influencias le parecen muy enriquecedoras, "pero no es necesario universalizar la cultura gastronómica", opina, al tiempo que manifiesta sus dudas ante "que comer insectos pudiera ser una solución para el hambre en el mundo".

Uno de los poquísimos restauradores gallegos que se ha arriesgado a incluir en su menú los insectos es Domingos González, jefe de cocina del restaurante del Balneario de Lobios. Lo hizo hace ya varios años "como una alternativa a la carne, ya que estábamos inmersos en la crisis de las vacas locas", apunta. Así, comenzó a cocinar, entre otras cosas, hormigas culonas de Bucaramanga -una región de Colombia donde las importaba- y las servía con pompas de coco y mango. "Al principio a la gente le costaba, pero cuando lo probaron la mayoría repetían. Tuvimos que sacarlo de la carta por la crisis, porque la importación cada vez era más cara y ya no era rentable, pero no por los comensales, que aún hoy siguen llamando para preguntar si las tenemos", asegura el chef. También tuvieron mucho éxito en su cocina las piruretas de escorpión, que importaba desde México. "Se necesita tiempo, pero yo creo que sí es posible ir introduciendo nuevos sabores en nuestra cocina", concluye el ourensano.