Un grupo de científicos estadounidenses de la prestigiosa Oregon Health & Science University -y entre los que se encuentra la española Nuria Martí-, ha logrado crear células madre embrionarias con el mismo ADN de un adulto, mediante la técnica de la transferencia nuclear o "clonación". A esta se debe, entre otras, el origen de la ya extinta oveja "Dolly". Los autores del ensayo, dirigido por Shoukhrat Mitalipov y publicado en la revista Cell, insisten en que no se trata de obtener personas clonadas, sino en llegar a la fase de blastocisto del embrión (alrededor de los cinco o seis días de desarrollo) para extraer las células madre.

En las últimas veinticuatro horas y desde que se hizo público este logro, se ha abierto el debate sobre el avance de la ciencia. Sobre todo, por si este hito podría ser el primer paso para producir clones humanos. Las células madre embrionarias están presentes en el embrión humano y tienen capacidad para convertirse en cualquier tipo de tejido. De hecho, gracias a ellas, se desarrollan todos los órganos del feto. Basándose en esta capacidad regenerativa de los tejidos, los autores del descubrimiento sostienen las posibilidades de las células madre embrionarias (de un propio individuo) para tratar enfermedades como el parkinson o el azhéimer o autotrasplantes.

La Conferencia Episcopal Española (CEE) se remite a un documento aprobado en 2006 para mostrar su rechazo a esta primera clonación de células madre embrionarias con fines terapéuticos. "Cuando se producen seres humanos en el laboratorio, se comete una injusticia con ellos, porque se les está tratando como si fueran cosas". El embrión humano merece el respeto debido a la persona humana porque "no es una cosa ni un mero agregado de células vivas, sino el primer estadio de la existencia de un ser humano", asegura el documento.

El primer paciente inscrito en el primer ensayo clínico con células madre embrionarias humanas del mundo se registró en Estados Unidos en 2010. Era un paciente parapléjico. Y se trataba de un hito trascendental en la historia de la medicina que abre expectativas esperanzadoras para los lesionados medulares.

Ya se han clonado muchos especies de animales, -camellos, toros o gatos- pero la pregunta de si sería viable en humanos es una incógnita.

El director de la Fundación Galega de Medicina Xenómica, catedrático e investigador Ángel Carracedo, accede a explicar su visión de este avance, aunque esté fuera -asegura- de su ámbito de especialidad. "Hay que perseguir es el mal uso, no el uso terapéutico", comenta. "Es un avance técnico y hasta donde está hecho, el uso es legítimo; a partir de ahí sería ilegítimo., indica. Sin embargo, asegura: "El valor potencial lo desconozco. Creo que es un avance técnico importante, aunque llega tarde porque todo el mundo está trabajando ya con células reprogramadas. No estoy tan seguro de que suponga un avance en la regeneración celular con respecto a otras técnicas ya existentes como las de células madre adultas", explica. Éstas, a diferencia de las embrionarias, no implican la extracción desde un ovocito. "Me parece que tiene una posible utilidad potencial, pero que habrá que demostrarla.

La experta en células madre de la Universidad de Santiago, Clara Álvarez asegura que la técnica lograda por los investigadores de Oregon "es un avance porque permitiría generar células madre embrionarias, pero con el núcleo -es decir derivadas- de un paciente concreto y por tanto, no habría rechazo". Al ser del mismo paciente y tener un mismo ADN. Pero a nivel ético, comenta que "no derivan de un embrión; sino que es derivado de un ovocito no fecundado, y esto en general, es admitido". Sin embargo, las desventajas a las que apunta son, de nuevo, éticas, "por la posibilidad de utilizarlas no solo como línea celular..." sino para clonar a humanos. Pero la experta asegura que sería una posibilidad lejana y que, por un lado, tendría una baja eficacia científicamente y, por otro, una dura prohibición legal.

Por su parte, el cirujano gallego y experto en células madre adultas, Joaquín Mendoza, aboga por una línea de trabajo diferente: "Éticamente, esta técnica ya es como la clonación de un ser humano, aunque se haya detenido el crecimiento", alega. "Ahora lo usan con fines terapéuticos, pero si se usase implantado en un útero de alquiler, habría un ser humano "clonado" del donante de la célula", asegura. De todos modos, las células madres embrionarias, "producen muchos tumores", en su opinión -la misma que comparten otros expertos del CSIC, por ejemplo-. La legislación en EE UU y en todos los países occidentales tampoco lo permite; no obstante, este profesional asegura que "casi seguro que se ha intentado". Como resumen, Mendoza asegura que "esta técnica permitirá en teoría reparar un cerebro dañado o reconstruir un corazón. Pero nosotros proponemos hacerlo con células del propio paciente: células madre adultas". En su opinión, esta línea está menos financiada y no suscita problemas de tipo ético.

"La comunidad científica no pretende clonar seres humanos con fines reproductivos. Este no era el objetivo de esta investigación. El objetivo es obtener células madre embrionarias sin necesidad de destruir embriones. Y en esto fue bastante exitosa. Es una técnica más que permite el avance de la medicina evitando el uso de embriones en la investigación", asegura el investigador de Ciencias Morfológicas de Medicina de Santiago, Juan Parga.