Un estudio internacional en el que participa el Departamento de Patología del Hospital Universitario Meixoeiro de Vigo ha permitido descubrir que una mutación de la proteína Transportina 3, presente en un gen responsable de una distrofia muscular de cinturas, actúa como una vacuna natural contra el sida ya que impide que el virus del VIH se reproduzca. Juan Jesús Vílchez, del hospital La Fe de Valencia y director de este estudio, aseguró ayer que si se inoculase ese gen a una persona "no tendría sida, pero se le provocaría una distrofia", por lo que en estos momentos "es el punto de partida" para descubrir una vacuna.

Según Vílchez, hace dos años se inició un proyecto con 35 miembros de una familia que reside en la provincia de Castellón para descubrir cuál era el gen causal de la distrofia muscular de cinturas llamada LGMD1F de la que están afectados, ya que es el único caso de estas características que se conoce en el mundo. "El gen lo descubrimos hace seis meses pero también vimos que este contiene la proteína Transportina3, que es la que se encarga de transportar el virus del Sida", explicó el investigador, quien agregó que estos pacientes "de forma natural tienen ya la vacuna del sida".