El exarzobispo de Canterbury, George Carey, ha acusado al primer ministro británico, David Cameron, de hacer que los cristianos se sientan "marginados" con algunas de sus políticas, en declaraciones que publicó ayer el tabloide "Daily Mail".

En un artículo, Carey apunta que algunos enfoques adoptados por el Ejecutivo de coalición "propician" la discriminación contra los cristianos. Según el religioso, existe "un enfoque secular agresivo y relativista" detrás de los planes del Gobierno de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Por su parte, un portavoz del Ejecutivo ha rechazado la crítica del exarzobispo al subrayar que el líder tory valora "la profunda contribución" que el cristianismo ha tenido en la vida británica.