José Manuel Romero, el asesor jurídico de don Juan Carlos, afirmó ayer ante el juez que pidió a Iñaki Urdangarín que dejara de hacer negocios a través del Instituto Nóos valiéndose de su condición de miembro de la Familia Real. En su declaración como testigo, el conde de Fontao dijo que en 2006 se enteró de las actividades mercantiles del marido de la infanta Cristina y que consideró que no encajaban con la ética de la Zarzuela, por lo que se dirigió al duque para que cesara en ellas, tras consultarlo con el jefe de la Casa del Rey.

El conde explicó que pretendía evitar que Urdangarín "enseñara la tarjeta" para obtener contratos públicos y privados "por ser quién es". El asesor del Rey añadió que no dudaba de la licitud de las actividades del duque, pero sí de la fórmula jurídica de Nóos (asociación sin ánimo de lucro) y de su labor de consultoría, ya que podía acarrear actividades mercantiles en las que no debía participar.

José Manuel Romero puntualizó al juez que las actividades del marido de la Infanta en Nóos podían ser contrarias a las pautas institucionales de la Casa del Rey, ya que sus miembros no se pueden aprovechar de su situación de privilegio institucional para labores que serían aceptables en cualquier otra persona. En su opinión, el duque debía limitarse a colaboraciones para fundaciones como consejero o asesor externo.

El asesor del Rey aseguró que "jamás" intervino en la creación de entidades vinculadas a Nóos, ni conoció ninguno de los contratos ni las cifras manejadas y que fue a mediados de 2005 cuando llegaron rumores de que Urdangarín estaba llevando actividades económicas que podrían chocar con las pautas de la Casa Real. A su salida de los juzgados, el conde de Fontao dijo que "en ningún caso" su testimonio puede dañar a la Zarzuela ni afectará a su continuidad como asesor.

Además del asesor jurídico del Rey, testificó ante el juez el exconsejero valenciano y vicesecretario general del PP, Esteban González Pons, quien afirmó que con su firma en un convenio entre el Instituto Nóos y la Generalitat no se pagó "ni un euro público" a la entidad de Urdangarín, ya que de lo contrario se habría "pensado mucho más" rubricarlo. Según fuentes jurídicas, el diputado destacó que el yerno del Rey era la única cabeza visible del instituto y que era determinante para darle más peso y más categoría a la entidad.

El exdirectivo de Nóos Antonio Ballabriga sostuvo que Urdangarín siguió "al tanto" de las actividades en esa entidad, como la celebración de unos juegos europeos en Valencia, que nunca se celebraron.