Su mirada denota esa chispa de quien está feliz. Lorena Pereiras (Castrelo de Miño, 1982) vive en una ciudad, Berlín, que le permite practicar como pocas su vocación: los idiomas. Estudió Traducción e Interpretación y cursó dos años en el extranjero, en EE UU y Berlín.

Trabaja en el departamento de traducción de una empresa turística alemana desde hace cinco años. "No gano muchísimo, pero puedo pagar 400 euros por mi piso y vivir sola". De hecho, Lorena opone el precio de su independencia a los 550 euros que pagaba en Madrid por compartir un piso de 25 metros cuadrados. Ella no necesita lujos, asegura: "Me llega con mi bicicleta y muchos amigos". Y el componente creativo de la ciudad ha contriubuido a su nueva vocación: Ha conseguido una plaza en la Universidad para estudiar Diseño de moda, lo que implica otros tres años de residencia en Berlín. ¿Lo más duro? Sin pensarlo, estar lejos de su familia. "Parece que cuanto más mayor me hago, más los echo de menos. Cada vez que pienso en ellos me apetece volverme corriendo, pero después pienso en lo que me esperaría ahora en Galicia y no es el momento". Desde que empezó a buscar trabajo y ante las pésimas condiciones como autónoma en España, vivió con empleos, aquí y allá de profesora de inglés y gallego con contratos temporales. Pasó por Lisboa, regresó a Vigo -donde vive su familia-y también se mudó con su compañero a Madrid, donde sufrió una temporada, comenta, el estrés de la ciudad.