Pernocta en los mejores observatorios de todo el mundo persiguiendo los agujeros negros más escurridizos, aquellos que solo brillan de forma ocasional, y forma parte del equipo capitaneado por investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) que ha descubierto un sistema hasta ahora ignorado por la comunidad científica. La revista Science se hace eco en su último número de este curioso hallazgo: un agujero negro con una elevada inclinación y rodeado por un disco de gas que desde el propio IAC comparan, por su estuctura, con un "donut".

El astrofísico gallego Manuel Pérez Torres (A Pobra do Caramiñal, 1975) trabaja desde 2010 en el Instituto Holandés para la Investigación Espacial (SRON) tras haber formado parte también del Centro de Astrofísica de Harvard. Su campo de estudio son los sistemas binarios en los que una de sus dos estrellas se convierte en agujero negro al morir y comienza a "devorar" a su compañera. Este material arrancado va cayendo en torno al agujero negro y forma el llamado disco de acrecimiento, donde se registran fuertes emisiones de rayos X.

En el último de estos sistemas binarios descubiertos -el Swift J1357.2-0933- se ha encontrado el sorprendente fenómeno que recoge la prestigiosa Science. Se trata de la primera observación de un agujero negro con una gran inclinación, superior a los 75 grados, y con una estructura vertical en su disco de acrecimiento en forma de "donut".

Los eclipses de brillo provocados cada pocos minutos por esta "columna de material " pusieron sobre aviso a los investigadores que los observaron a través de varios telescopios canarios, pues este fenómeno no se ha registrado nunca en los 50 sistemas binarios de rayos X conocidos -18 de ellos con agujeros negros ya confirmados-.

El estudio ha sido dirigido por el científico granadino del IAC Jorge Casares, que en el 92 descubrió desde el Observatorio del Roque de los Muchachos uno de esos 18 agujeros. Su conclusión es que esta "estructura de muy alta inclinación" hasta ahora desconocida podría tener una presencia de "hasta al 20%" en los sistemas binarios de rayos X.

El Swift J1357.2-0933 fue hallado en 2011 por el satélite de rayos X Swift y se encuentra a unos 5.000 años luz. Los astrofísicos han podido seguir su fase de erupción, lo que solo ocurre una vez cada varias decenas o cientos de años, y sostienen que su agujero negro tiene una masa que, al menos, multiplicaría por tres la del Sol.

El grupo del astrofísico gallego Manuel Pérez Torres en el SORN utiliza las imágenes captadas por otro satélite espacial de rayos X, el Chandra, cuya visión es superior al resto, para descubrir con mayor antelación agujeros negros asociados a estrellas e incrementar una lista iniciada en 1964.

Un "donut" a 5.000 años luz - La curiosa estructura vertical que recoge la revista Science eclipsa cada pocos segundos la luz procedente del disco de acrecimiento en sus partes más cercanas al agujero negro. La columna crece con el paso del tiempo y, con ella, la duración de los eclipses. La estrella del sistema (con forma esférica, en primer término) completa su órbita en torno al agujero cada 2,8 horas.