Jesús Fraiz probablemente sea la persona que más sepa sobre personas longevas. Fundador de "Galería de la longevidad", lleva más de veinte años localizando y entrevistando a ancianos dentro y fuera de Galicia. Este psiquiatra compostelano comenzó documentando los casos de centenarios anónimos en la comunidad gallega, algo que poco después amplió a otras ciudades de España y del mundo, incluyendo también a personajes famosos. La base de datos de estos "longevos notables", cuyas vidas pueden consultarse en la web www.galeriadalonxevidade.com, es el más grande del mundo, con 6000 fichas. "Mi objetivo es algún día publicar un índice biográfico mundial de longevos notables", explica Fraiz.

Esta "Galería de la Longevidad" transmite una idea radicalmente opuesta a la expresada por el ministro japonés Taro Aso, ya que demuestra que las personas mayores contribuyen a enriquecer la sociedad. Dentro de estos "longevos notables", Fraiz destaca a Manoel de Oliveira, el director portugués que a sus 104 años rueda de forma continua; el recientemente fallecido Óscar Niemeyer, que siguió yendo a su estudio de arquitectura prácticamente hasta el final; el economista y escritor barcelonés José Luis Sampedro, que continúa escribiendo; el neoyorquino Alfred Khan, que a sus 105 años acude todos los días a su despacho en Walt Street; y más cerca, el pintor vigués Luis Torras, que con cien años continúa pintando, y el expresidente de la Xunta Gerardo Fernández Albor, que a sus 95 años aún va a su despacho todos los días e imparte conferencias.

"Estos ejemplos demuestran que los mayores son útiles por su sabiduría, por la conservación que suponen de las tradiciones y por su ejemplo de ganas de vivir a pesar de haber sufrido guerras, hambre y miseria. Por eso creo que se merecen una vida digna y en familia. La opinión del ministro japonés de que los ancianos tienen que aceptar la muerte para acabar con la crisis económica es inaceptable. A los ancianos les debemos nuestro desarrollo, nuestra cultura y nuestra calidad de vida", asegura.

El secreto de la longevidad

Después de veinte años estudiando a centenarios, Froiz tiene su propia teoría sobre la longevidad de Galicia: "Hay varias teorías al respecto, pero yo destacaría la genética; nuestro carácter resignado, lo que los psiquiatras llamados resiliencia, es decir, la capacidad de superar las adversidades, y mantenerse activo el máximo tiempo posible".

"Hasta la década de los cincuenta, los mayores eran una pieza importante en el contexto familiar y solo la enfermedad o la falta de fuerza los retiraba de las tareas domésticas o del campo. Sus opiniones eran tomadas en cuenta por los hijos y nietos, presidían la mesa por experiencia y por edad, y la familia se sentía orgullosa de ellos Hoy, los ancianos se sienten solos y arrinconados en residencias, que tendrían que ser siempre la última alternativa", añade.

Fraiz no descarta que otros factores, como los hábitos de vida saludables estén detrás de la alta esperanza de vida, aunque en su opinión, son "menos influyentes". Otro determinante es, sin duda, la medicina. En este sentido, recuerda el caso de Joan Riudavets, un mallorquín a quien con 90 años le implantaron un marcapasos y que cuando entrevistó ostentaba el récord de ser la persona más vieja del planeta. "Por su edad, los médicos dudaban si ponérselo o no. Al final se lo implantaron y tuvieron que cambiarle la pila, que dura diez años, dos veces. La segunda vez, con 110, no tenía ya ni el mismo cardiólogo. Murió en 2004 con 114", dice.