El Festival Nigrán Jazz tuvo lugar el día de ayer y contó con leyendas vivas como Peter Bernstein y Jorge Rossy. La jornada comenzó a las once y media con una Master Class impartida por los músicos que forman el llamado Peter Bernstein Quartet: Bill McHenry con el saxo tenor, Joe Martin al contrabajo. Jorge Rossy en la batería y Peter Bernstein a la guitarra.

Recién llegado de un gran festival de jazz en Francia, Peter Bernstein estuvo ayer en Nigrán para enseñar a otros músicos y aficionados cómo se hace el jazz en directo. La posibilidad de ver a estos cuatro músicos improvisar juntos cada uno con su instrumento y conectando a través de la música fue la experiencia que vivieron los cuarenta apuntados a esta Master Class en Nigrán.

"Hoy es uno de esos buenos días en la carretera como músico, del festival condujimos hasta Toulouse y allí cogí un avión hasta aquí. Se aprende de todos los que vienen a estas clases, de sus preguntas y también si tocas con ellos. Se trata de aprender y compartir lo que sabes con los demás. Tienes la oportunidad de improvisar, probar lo que sale en el momento y hacer cosas nuevas" contó Bernstein que también adelantó la importancia de la actuación de ayer en Nigrán: "Tocamos juntos en un WorkShop en Las Vegas, pero este concierto es la única vez que tocaremos los cuatro juntos en España. Se trata de improvisar con el jazz, cada noche es diferente, eso es lo divertido, no tratamos de recrear lo que ocurrió otro día".

Jorge Rossy es un polifacético músico catalán que ahora trabaja en Nueva York. Rossy afirmó ayer que en las Master Class la gente tiene miedo a preguntar por eso tratan de romper el hielo tocando: "Mejor una imagen que mil palabras, en vez de hablar de música lo mejor es tocar y tengo la sensación de que ha habido una conexión muy buena con los asistentes, por la energía que sentí de las miradas del personal creo que ha llegado".

"Hay mucho énfasis en el momento, cuando ves una obra de Bach da la sensación de que está hecha para la inmortalidad, es increíble, pero es todo de una lógica construcción arquitectónica que es la música más sólida que se ha hecho nunca. En cambio en el jazz puedes tener elementos de eso pero es más efímero, es realmente la música del momento, influye tanto lo que toca cualquier músico, como el sonido de la sala como la reacción del público, sobre todo si estás en una sala pequeña donde hay intimidad" dijo Rossy desde el salón de actos del Concello de Nigrán, lugar en el que se celebró la clase magistral.

A raíz de la improvisación que domina el jazz Rossy comentó: "Este grupo es nuevo, todos habíamos tocado juntos alguna vez pero Bill McHenry y Peter Bernstein no habían tocado nunca antes juntos y es muy curioso ver lo bien que combinan, en el sentido de que son dos músicos con mucha personalidad, mucho peso cada uno., pero tienen mucha zona de confluencia también".

El cuarteto no descarta la grabación de algunos temas para editar un disco debido al potencial de sus actuaciones. El jazz es minoritario en todo el mundo y sobrevive gracias a los festivales, que hay por todos los continentes, a los que acaban llevando a los mismos músicos pero también hay un circuito paralelo, de iniciativas más como esta de Nigrán. Este cuarteto se mueve en ambos circuitos y todos disfrutando ello porque la música de jazz, como la clásica es frágil y quizá no sobreviviría sin subvenciones. Rossy afirmó ayer que él espera que el jazz sobreviva ya que las minorías pueden ser grandes: "La ventaja del jazz es que no le gusta a todo el mundo, quizá porque no se les ha dejado descubrirlo, aparte, el jazz si no lo ves en directo es más difícil que entre, no es como los hits diseñados para que se te enganche la melodía al cabo de veinte segundos".