No es de extrañar durante estos días la presencia de un coche con un extraño dispositivo adjunto al techo recorriendo diversas calles de España. Como ya ocurrió en Vigo hace cuatro años, al igual que en otras ciudades gallegas, el coche con la cámara erguida sobre una especie de baca no es otro que el del callejero de Google. Las imágenes que toma son utilizadas luego para el servicio de "Street view" o el que permite ubicar calles con fotografías en el servicio de Google.

Esta semana el bufete ePrivacidad presentó la primera denuncia en España contra el servicio. Se ha registrado en la Agencia de Protección de Datos (AEPD) al estimar que va contra la normativa española y el responsable, Samuel Parra, asegura que desde entonces ya han recibido multitud de llamadas. Algunas de las fotografías del buscador muestran rostros sin tapar o pixelar. Muchas de ellas, como las que se adjuntan en este reportaje, son de calles de Galicia, con rostros sin pixelar y matrículas sin tapar. "La imagen es un dato personal y exige pedir el consentimiento", explica, "hay sanciones a comercios por grabar un trozo de la calle". Por tanto, cualquiera de estas imágenes sería de uso irregular.

La legislación de protección de datos establece en su artículo 6 que el tratamiento, es decir la obtención de los datos de carácter personal requiere el consentimiento "inequívoco" del afectado. Entre las excepciones a la norma general se encuentran "los datos que figuran en fuentes accesibles al público", que la propia normativa define: boletines oficiales, medios de comunicación, listados profesionales de colegiados y censos promocionales. Exclusivamente. Street View no los obtiene de una fuente accesible al público, sino de la vía pública. Se trata de un servicio de las búsquedas disponible gratuitamente para cualquiera a través de Internet. Y de ahí la polémica.

Samuel Parra explica que este tipo de "patinazos" ocurren porque quien difumina las caras en el servicio de Google "no es un humano, sino un algoritmo y falla". También hace alusión a que muchas de las imágenes recopiladas por este sistema están colgadas desde 2009.

La AEPD ha avanzado que Google podría estar amparado por el "interés legítimo" para ofrecer su servicio de callejero virtual siempre que cumpla con "la legislación y ofrezca garantías" –según el diario El País–.

Ahora, cuando los coches de Street View recorren de nuevo las calles españolas, la agencia española ha exigido al buscador que "antes, durante y después" de la captación de datos, permita el difuminado de las caras y las matrículas y hasta la eliminación de los originales. "Les hemos exigido todas estas garantías y nos vamos a encargar de comprobarlo", aseguró.

Otras denuncias

El creciente número de denuncias de este tipo –por vulneración del deber de secreto en el intento de cobrar una deuda, aireando su cuantía a familiares y conocidos o para forzar el cobro– o por zonas vídeo vigiladas ha hecho aumentar el número de expedientes en la AEPD. Según la memoria de la Agencia en 2009, hubo 783 denuncias, mientras que el anterior se registraron solo 349. Las redes sociales, como Facebook o Tuenti, son una nueva fuente de oportunidades, pero también de dolores de cabeza. Desde el ámbito de la docencia, algunos profesores se han quejado de ver suplantada su identidad.

Pero los hechos van más allá. La Agencia abrió un expediente sancionador a Google en octubre de 2011 ante la polémica captación de datos a través de las redes wifi, l. El organismo detectó que los coches de Street View no solo habían tomado imágenes de calles y edificios, también habían capturado "datos de localización de redes wifi con identificación de sus titulares", información que después fue "transferida a Estados Unidos". El expediente, sin embargo, está suspendido.