Al principio de los 70, aquellos años de explosión del movimiento obrero gallego, el PCE decidió trasladarlo a París por razones de seguridad: su situación se hacía insostenible en Vigo. El que incluso en su domicilio familiar sufriera el acoso de un grupo de extrema derecha no fue más que una de ellas.

>> En el exilio francés. "En el París de los 70 -cuenta él- , trasladado desde de España por seguridad, comenzaría mi otro tipo de actividad militante, vinculada al complicado universo de la falsificación documental: pasaportes, dni, actas de residencia, recibos, documentos en campos de concentración, firmas, impresión al calor, a presión, en tipografía, en hueco, cosidos... En este taller gráfico del PCE en París se manejaban los medios técnicos más sofisticados de las agencias de información ministeriales en tiempos de la guerra fría. Llegué a conocer casi de memoria la firma de los jefes de policía de las comisarías de toda España. Si aquel nivel de falsificación documental artesana era un arte, para la causa de la lucha antifranquista era un acto revolucionario. En París he conocido muy directamente a toda una pléyade de artistas y músicos en los muchos actos organizados en solidaridad con la lucha por la democracia en España: Michel Piccolí, Juliette Greco, Alain Stivel, Paco Ibáñez, Georges Moustaki y más. Era un fervor de actividades continuas en Europa; aunque, como decía Baltasar Gracián: la discreción en el hablar importa más que la elocuencia. Por fin a legalización del PCE en el 75 supuso el inicio del regreso de los exiliados. Vuelvo a casa y reinicio la vida familiar".

>> Al Ayuntamiento de Vigo. "Desde la clandestinidad llego en el 79 al poder de la ciudad, como primer concejal comunista en Vigo, junto con Waldino Varela y Tito Docampo, más tarde reemplazado por el arquitecto Salvador Fraga. Pronto aprendí que las máquinas no son las que conducen y empujan a una ciudad, sino las ideas. Ocho años que me sirvieron para comprender el arte de gobernar unitariamente la ciudad, en aquellos momentos con el socialista Manoel Soto. Con la bandera de las ideas hemos hecho frente desde el Concello al golpe militar del 23F, siendo el primer ayuntamiento en España que, desde su encierro unitario, hizo un llamamiento a la ciudadanía para defender la democracia. Más tarde sabría que mi nombre figuraba, con la categoría de muy peligroso, en las listas de personas que sería detenidas y procesadas sumarialmente".

>> La comunicación como oficio. Como si el arte y la política se necesitaran, desde el 64 he trabajado en Erp Publicidad con Fernando Ruiz Moreno y Juan Llor, empresa a la que dedicaría mis energías como diseñador durante varios años; aunque mi misión fundamental era la de crear e impulsar la organización política. Cientos de veces he pasado por el túnel del Faro para llevar materiales para su publicación. Allí conocí a Álvaro Cunqueiro, quien siempre sospechó discretamente de las andanzas de este rojo diablo o Titivilus, como me llamó un día, y que es un demonio medieval patrono de la tipografía. Y es que era difícil conllevar una actividad debajo de la otra, por eso el fino olfato de aquel monstruo de la literatura gallega pronto me definió como un personaje al que habría que rescatar de los infiernos. Colaboré con otras empresas como Ecovigo Publicidad, con la que hemos realizado grandes proyectos. Creo que en total llegué hacer más de cien logotipos para empresas gallegas. Carteles, planimetrías, montajes decorativos y stands en varios paises, perspectivas aéreas de ciudades, caligrafías documentales... Y hablando de esto: por deformaciones del oficio, mi cabeza ha creado la fantasía de increíbles posiblidades sobre el reciente robo del Códice Calixtino de la Catedral de Santiago, según la cual un empeñado bibliófago se convierte en bibliopirata y lo roba para investigar, tras llevarlo a su negro bibliotafio (escondite particular de documentos) la posible existencia de rescrituras o palimpsetos realizados en el s. XIV y que podrían haber anulado ciertas frases puntuales anteriores del s. XII. Análisis al que la Iglesia siempre se ha negado".

>> Cuando el futuro ya es hoy. "En un jubilado la simple contemplación es un lujo que tiene riesgos, mientras que la acción es una necesidad física y cerebral. Quien les habla forma parte del tejido social y político vigués, y sigue levantándose a las cinco de la mañana como el búho para reiniciar sus labores. En la actualidad estoy finalizando el Diccionario Histórico de la Escritura, de las Artes e Industrias Gráficas, de 700 páginas, y la ampliación de mi libro anterior, Vigo a través de la Historia, con más perspectivas aéreas de Vigo a lo largo de los siglos. He firmado la entrega de mi cuerpo a la ciencia para que extraigan lo necesario para otros o sirva de estudio anatómico en la Facultad. Le decía Luís Soto, director de Vieiros en México, a mis padres, que en mis ojos siempre ardía la llama; ahora en mis ojos de viejo lobo político sólo brilla la luz. Por eso volvería a recorrer los caminos que me han conducido hasta aquí".