El autor del guion de "Blackthorn. Sin destino" es Miguel Barros, buenense de adopción y que reside desde hace años en Cabo Udra. El guionista participa estos días junto a Mateo Gil, el actor Eduardo Noriega y los productores en los actos de presentación oficial de la película, que incluyen sendos preestrenos en Madrid y Barcelona y el estreno en toda España el viernes. "Estoy tremendamente feliz; estos meses fueron muy intensos y estuvieron llenos de sorpresas positivas", apunta Barros, que también reconoce que la labor de promoción resulta agotadora.

"Blackthorn. Sin destino" tiene como protagonista a Butch Cassidy, uno de los forajidos más famosos de los Estados Unidos y que ya inspiró películas clásicas como "Dos hombres y un destino" o "Grupo salvaje", pero nada tiene que ver con estas cintas. La historia oficial dice que Cassidy y su compañero Sundance Kid murieron en 1908 en Bolivia durante una emboscada del ejército de este país, pero Barros da una vuelta de tuerca a esa versión. En su guión Cassidy no fallece en esa trampa, sino que sobrevive y tras veinte años viviendo de incógnito reaparece para intentar regresar a Estados Unidos.

En realidad a lo largo de las décadas no han faltado elementos que alimentasen la teoría de que Butch Cassidy no murió realmente en aquella emboscada, como un libro escrito por su hermana en el que asegura que estuvo con él entorno a 1925. También son reveladores los resultados de las exhumaciones realizadas en las tumbas en las que supuestamente fueron enterrados: los análisis de ADN realizados revelaron que los restos que allí había no se correspondían con los de los forajidos.

El actor que encarna al bandido es Sam Shepard, premio Pulitzer, autor de guiones como el de "París, Texas" y marido de la también actriz Jessica Lange.

Shepard se deja ver cada vez menos, pero recientemente aseguraba que aceptó el papel porque el guión de Barros era el mejor que había leído en años. Junto a él intervienen Eduardo Noriega, Stephen Rea o Magaly Solier.

Miguel Barros se refiere al rodaje como "una aventura de la que logramos salir airosos" y no es para menos. "Rodamos en el altiplano boliviano en unas condiciones muy duras. Bolivia es un país generoso y de una belleza incontestable, pero poco explotado y en el que es muy complicado rodar", apunta el guionista.

La idea de este western entusiasmó a Mateo Gil. El guionista director, mano derecha de Alejandro Amenábar y ganador de cuatro premios Goya, se desplazó hasta Cabo Udra para trabajar en el texto junto a Barros. Fue al propio Gil a quien se le ocurrió el título de "Blackthorn" al ver en la cervecería O Farol, en el barrio buenense de Banda do Río, una marca de sidra con ese nombre, que le resultó especialmente sonoro.