Los curros de A Groba, Serra do Suido, O Castrove, Monte Acibal, A Valga, Monte Galiñeiro y Morgadáns amenazan con no celebrarse este año. La decisión de la Xunta de que todos los caballos salvajes participantes en los próximos "curros" o "rapas das bestas" tuvieran que contar con el obligatorio microchip identificativo motivó una reunión en la que participaron siete asociaciones cabalares de la provincia de Pontevedra y en la que destaca, como principal acuerdo, el no celebrar los tradicionales "curros" de este año a causa de esta medida.

Esta decisión podría conllevar que un total de siete u ocho "rapas" están en serio peligro de no tener lugar este año, muchas de ellas en el entorno de la comarca de Pontevedra.

Esta reunión se produjo el viernes en la casa cultural de Amil, y las asociaciones cabalares presentes (cuyos "curros" no tendrían lugar este año si no se resuelve esta situación) fueron las de A Groba, Serra do Suido, O Castrove, Monte Acibal, A Valga, Monte Galiñeiro y Morgadáns. Los ganaderos contaron con el apoyo de tres organizaciones ecologistas también presentes en esta reunión: Adega, Asociación Lobo y Sociedade Galega de Historia Natural.

Allí se debatió la problemática generada por la decisión de la Consellería de Medio Rural en esta tentativa de implantar la identificación de los caballos de monte con los microchips en los próximos "curros". La medida de la Xunta llegó tras una reunión con afectados del concello de Pontevedra y su entorno, que pedían soluciones para poner fin a los destrozos causados en fincas por los caballos salvajes. La imposición del chip permitiría identificar al animal y reclamar así responsabilidades por estos daños.

No obstante, las asociaciones cabalares no parecen estar de acuerdo con la medida y tampoco la consideran la solución a estos destrozos. Recuerdan que mientras el ganado vacuno, ovejas y cabras cuenta con este sistema de identificación de forma gratuita "¿por qué nosotros tendríamos que pagar 40 euros por animal?". Eso significaría, explican, que "algunos tendríamos que gastar más de 3.000 euros para un ganado de muy baja rentabilidad".

Por otra parte, también se acordó la realización de manifestaciones-cabalgatas en las principales ciudades gallegas y buscar el apoyo de otros sectores (como la hostelería) que se pudieran ver afectados por "la previsible decadencia de los caballos de monte y de la fiesta de los curros" que atrae a numerosos visitantes.

Protestas

Solicitan la aplicación de la excepción de la obligatoriedad de la identificación prevista por la UE y el Estado español para los caballos salvajes y semisalvajes y quieren entrevistarse con el conselleiro de Medio Rural. Ya anuncian la puesta en marcha de una Federación de Asociacións de Cabalos Bravos en Galicia.

Cercos y pasos canadienses

Los representantes de las asociaciones cabalares aseguran que no eluden buscar una solución al problema de los destrozos que causan los caballos salvajes, pero creen que el chip no será la solución. En este sentido, se solicita la ayuda de la Xunta para cerrar los pasos y bajadas de los caballos a las carreteras y propiedades agrícolas (las cercas y los conocidos como pasos canadienses son algunas de las alternativas que proponen) y evitar así conflictos con los vecinos. Por último también solicitan la cooperación del gobierno gallego para la obtención de pólizas de seguros que cubran estos incidentes y accidentes de tráfico que también provocan estos animales.