El otorrino Dionisio Párraga está especializado en el peritaje de lesiones de oídos y valoración del daño auditivo. De hecho, viene alertando desde hace años -tal como recogió FARO- de las pérdidas de audición por aparatos de música y discotecas. Y como perito de Otorrinolaringología ante los tribunales de Justicia (nombrado por el Colegio Oficial de Médicos de Pontevedra), conoce las lesiones.

-¿Tanto crece el número de jóvenes con daños en el oído por llevar la música alta con cascos?

-Desde hace 10 años detectamos, tanto en las consultas privadas como en la pública, un incremento de casos en personas de entre 17 y 25 años por problemas de audición. En los estudios de otorrinos de varias zonas de España, se cuantifica por un incremento entre un 3,5% a un 6,5% de diagnósticos de pérdidas auditivas neurosensoriales, es decir, del nervio auditivo. Son irreversibles y no tienen tratamiento. Solo lo hemos detectado en la población urbana, en la rural no.

-¿En Vigo puede ser más exagerada la tendencia por el alto ruido en las calles, que provoca que la música se lleva más alta?

-Vigo es una de las ciudades más ruidosas de España y de las primeras de Europa, aunque desde que comenzó la humanización de las calles la mejora ha sido importante. A pesar de nuestras advertencias hace años, muchos ciudadanos siguen con sus reproductores por las calles y eso obliga a aumentar el volumen para poder escucharlo por el ruido ambiental.

-¿Cuántos jóvenes de entre 10 a 35 años podrían estar afectados en Galicia y en Vigo?

-En Vigo comenzamos ya hace más de 7 años a denunciar esta nueva problemática en los jóvenes, detectando un 5,3% de mayor índice de pérdidas, en un oído o en los dos. No es solo por el uso de los reproductores, sino por ruidos superiores a 100 dB en las discotecas.

-Los expertos piden “limitadores de sonido”, ¿le parece esa la solución?

-Los limitadores de volumen en los reproductores ya se han implantado en Alemania hace tres años, pero su salida está por encima de los 110 dB, lo que para nosotros sigue siendo perjudicial. Falta una normativa europea y mundial que obligue a los fabricantes a que no sobrepasen los 95 dB. Es bueno que todos, organizaciones y asociaciones motivemos a la OMS, a que la ponga en marcha.-¿Qué consecuencias tiene el volumen inadecuado, además de las pérdidas de audición?

-Lo que más les preocupa a los pacientes es el ruido que oyen en sus oídos, los acúfenos o tinnitus, que no tiene tampoco tratamiento, y con los que deben convivir el resto de su vida.