Se sabía un buen profesional, pero cuando Virxilio Viéitez disparaba su cámara no lo hacía con ánimos de convertirse en un artista y, mucho menos, imaginaba que un día sus fotos colgarían de un museo de arte contemporáneo y serían todo un referente de la Historia del siglo XX.

Virxilio Viéitez –fallecido hace dos años– cumpliría hoy 80 y, como regalo merecido, el MARCO de Vigo le rinde homenaje con una gran retrospectiva inaugurada ayer en la que, además de los trabajos ya clásicos del fotógrafo pontevedrés, se presentan gran cantidad de obras inéditas que muestran al más desconocido Viéitez en color y más de un centenar de vintages.

La muestra –que puede visitarse en la planta baja del museo hasta el 24 de abril y después se trasladará a la sede madrileña de la Fundación Telefónica, que la coproduce– se completa con una sala biográfica con imágenes del álbum personal del autor y parte del material con el que trabajaba, y la proyección del documental "Virxilio Viéitez. Más allá del oficio", realizado por José Luis López Linares en 2005, con entrevistas a Virxilio y a su hija Keta.

Precisamente su hija Keta ha sido la artífice del archivo de las imágenes de su padre, que se conserva en Soutelo de Montes (Pontevedra), el pueblo natal de Virxilio. Ella organizó la primera exposición en una muestra autoproducida en 1997 en Soutelo y, tras ella, la primera retrospectiva del trabajo de Viéitez se presentó en Vigo en el marco de la Fotobienal en 1998.

Sin embargo, ésta es, sin duda, la mayor exposición sobre su trabajo. "Hemos realizado una importante investigación, analizado más de 50.000 negativos de entre 1953 y 1980, y recuperado metros de película jamás positivada", describe la comisaria de la muestra, Enrica Viganò. "Hemos puesto a salvo todo ese material y lo hemos catalogado y archivado y, ahora, debe ser protegido y conservado porque es esencial en la historia mundial del retrato fotográfico", advierte.

En la inauguración de ayer estuvo también presente Francisco Serrano, Director General de Fundación Telefónica. "Estamos volcados en la fotografía porque inunda nuestro mundo y, además, creemos que hay que hacer un esfuerzo por reconstruir la historia de nuestro país y de sus formas expresivas", indicó. "Cuando nos propusieron colaborar en esta muestra de Viéitez nos entusiasmamos porque había muchísimo material por descubrir y nos daba la posibilidad de poner en valor su figura", añadió.

Por su parte, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, advirtió que esta exposición "es la historia de la vida de mi generación; me reconozco con 14 años en muchas de las imágenes".

La exposición ocupa toda la planta baja del museo y se divide en distintas salas temáticas. Una de ellas está dedicada a la fotografía de estudio. "Le aburría muchísimo porque decía que siempre con la misma cortina, la misma luz... el prefería los exteriores, pero muchos clientes querían este tipo de imágenes y él trabajaba siempre por encargo", destaca la comisaria.

Otra sala se dedica exclusivamente a las fotografías para los documentos de identidad. "Para él fue todo un negocio cuando se hizo obligatorio incluir la foto en el documento, porque recorrió toda la comarca para realizar cientos de retratos", añade Viganó. "Son especialmente importantes porque aquí aparecen todas las clases sociales, no sólo las que tenían dinero para pagar una foto de estudio, y tienen la solemnidad que sólo Viéitez les sabía dar", añade.

Especialmente representativos son los reportajes de ceremonias y llaman la atención del visitante las parejas de novios que posaban con todos sus regalos, incluidos los billetes que les daban, colgados a modo de cuadro en la pared. También llaman la atención las imágenes de los fallecidos en sus féretros. "No sólo era un recuerdo para sus familiares, sino que tenían un valor administrativo ya que se enviaban a la familia emigrada y, a partir de esa prueba, se empezaba a gestionar la herencia", explica la comisaria.

Las imágenes más inéditas se encuentran en la última sala, en la que el color hace su aparición. "Cambia la sociedad, pero se mantiene el estilo fotográfico de Viéitez", concluye.