Para sus convecinos es un profesor de español "por horas" en la Universidad Nacional, pero este inquieto cangués de 28 años oculta bajo seudónimo una doble vida como autor de poemas en islandés. Y se ha empapado tanto de la idiosincrasia del país que la revista Poetry Review, la autoridad máxima británica en la materia y una de las mejores del mundo, lo acaba de incluir en una selección de la lírica actual que se hace en la isla junto a otros dos autores autóctonos. Uno de ellos es Sjón, "el mayor poeta vivo de Islandia" y que ha escrito canciones para la cantante Björk.

"Los poemas deben ser valorados por cómo son, no por quien soy yo", justifica sobre el encubrimiento de su condición. Tanto Sjón como Kristín Ómarsdóttir, otra reconocida autora y "una de las razones" por las que se decidió a aprender islandés, conocen su verdadera identidad y le apoyan en esta aventura literaria. A través de otra amiga traductora, uno de los poemas seleccionados por Poetry llegó a manos de la primera ministra del país, Johanna Sigurdardottir. "Ella conoce a su mujer, que es escritora, y les gustó mucho a las dos. A pesar de que fue escrito en cinco minutos ha tenido un gran éxito. Trata sobre dos amas de casa lesbianas que hacen cosas raras bajo los efectos de los productos de limpieza", relata.

En realidad, Elías llegó a la isla como "erasmus" para aprender italiano hace diez años: "Estudiaba Filología Románica en Santiago y pensé que a Italia podría viajar en cualquier ocasión. Después me interesó su lengua". En el aprendizaje de este enrevesado idioma, en el que "casi cada palabra tiene instrucciones especiales", le fue muy útil su paso por el coro universitario. Incluso llegó a fundar uno, el Vox Borealis. "Aquí hay una tradición magnífica", aplaude este polifacético cangués.

Y así fue cómo acabó por despertarse su pasión por la poesía, que permanecía en letargo desde su época del instituto. "No soy de ´Adeus ríos, adeus fontes´, busco otra belleza, tirando más a Manuel Antonio, y el islandés es muy flexible para crear nuevos conceptos. Me sentí muy libre", confiesa.

Su estilo también ha variado: "Cuando hablo en islandés soy una persona muy seria y fría, como ellos, pero en mis poemas hay humor e ironía. Sin embargo, esto no aparece cuando escribo en gallego".

Vivió varios años a caballo entre Reikjavik y Cangas hasta que se estableció definitivamente en la capital islandesa en 2008. Forma parte del listado de autores de la Axencia Literaria Galega y en este tiempo ha publicado el poemario "Imaxes na pel". También ha realizado varias traducciones a nuestro idioma de las míticas sagas y de los libros "Skugga-Baldur" o "Englar alheimsins", "auténticos best-seller en Escandinavia".

Elías, que colabora con Rinoceronte Editora, critica las dificultades de las pequeñas empresas para encontrar un hueco en las librerías gallegas: "Ya sabes qué cuatro cosas te vas a encontrar y de qué editoriales".

El próximo junio verá la luz en Islandia un poemario suyo sobre un marinero que se va dejando naufragar. "Suena muy islandés, pero si supieses que el autor es extranjero cambiaría su sentido, sería alguien de fuera que llega a la isla", explica.

Quizá algún día también publique alguna obra en Lwyma, el idioma artificial que ha creado inspirado en la lengua de las Islas Feroe. Frente a tanta actividad se comprende que Elías considere "aburridísimos" a la mayoría de islandeses.

"Parece que tienen la mente comida por la MTV", ironiza antes de añadir que la gente interesante lo es en grado sumo. "Un 10% de la población produce cultura para el resto y te puedes encontrar a un músico que sea pintor y escritor", destaca.

"Lo bueno es que no le tienen miedo a las cosas y que el país es como una brainstorm [tormenta de ideas] en todos los momentos. Incluso ahora con la crisis. Es puntero en la moda, por ejemplo, y empresas como Coca-Cola prueban aquí nuevos formatos antes que en EE UU", comenta.

Una muestra del carácter "delirante" de los islandeses, opina, es la tranquilidad con la que se acercan a fotografiar la erupción del volcán que mantiene paralizado el espacio aéreo europeo y con una simpática anécdota ilustra su adusta personalidad: "Un día caminaba por el centro con una amiga gallega y saludamos a otra chica que iba por la otra acera sonrientes porque nos alegrábamos de verla. ¡Al día siguiente nos sacaron en la portada de un periódico nacional por ser muy efusivos!".