El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se ha marcado como reto para este año rebajar en un 20 por ciento la demora media de los pacientes con enfermedades graves para que sean operados antes de sesenta días –ahora la espera está en 75–. Para conseguirlo la Consellería de Sanidade ha incluido esta cláusula en los contratos de gestión que suscribe con los gerentes de los hospitales y de las áreas sanitarias, de manera que los centros que cumplan este objetivo serán premiados con una partida económica que podrán repartir entre los médicos en concepto de complementos de productividad. "Se trata de dar una sanidad óptima en el menor tiempo posible", explicó ayer Feijóo, que respaldó con su presencia la firma de los convenios que regirán la actividad sanitaria para este año.

El departamento que dirige Pilar Farjas se mantiene firme en su intención de reducir al máximo las peonadas. Su alternativa para reducir las listas de espera pasará por mejorar el rendimiento quirúrgico durante la jornada ordinaria. Si ahora los quirófanos sólo están operativos el 70 por ciento del tiempo, su meta es cerrar el año mejorando esta ratio hasta el 75 por ciento.

Tras su llegada a la Consellería de Sanidade, Pilar Farjas denunció el abuso que los médicos hacían de las peonadas –actividad que realizan en horas extraordinarias y por la que cobran pluses– y decidió restringir esta práctica a sólo aquellos casos que se consideren imprescindibles. El resultado es que la actividad quirúrgica por la tarde se redujo ya un 30 por ciento en el último trimestre del pasado año. La demora media para operarse, sin embargo, creció en 9,6 días, según el último balance presentado por el Sergas a fecha de diciembre de 2009.

Reducir los tiempos medios de demora sigue siendo, por lo tanto, una de las asignaturas pendientes para este año, aunque la Xunta ha decidido centrar sus esfuerzos en los casos más urgentes. Los pacientes "muy graves" aquejados de dolencias oncológicas, neurológicas o cardíacas (considerados Prioridad 1) ya son operados en unos 28 días de media. La Consellería de Sanidade se siente satisfecha con este avance y se ha propuesto mantener esta media durante este año.

El siguiente paso es reducir la espera de aquellos pacientes catalogados como "graves" o de Prioridad 2 –son los médicos los que deciden el incluir al paciente en una u otra categoría–. Ahora la espera es de 75 días y el objetivo para este año es reducir esta demora media a los 60 días.

Cada hospital se someterá a un seguimiento trimestral para comprobar si cumple los objetivos marcados. Las retribuciones a los facultativos estarán "vinculadas" al grado de cumplimiento del contrato que ayer se suscribió con los gerentes de hospitales y áreas sanitarias.

Otro de los objetivos que se marca la Xunta es que el 85 por ciento de los pacientes tengan su historia clínica informatizada para poder consultarla desde cualquier centro de salud. También se busca una reducción del gasto farmacéutico. Para ello el 85 por ciento de las recetas que prescriba el Sergas tienen que ser electrónicas y se pretende incrementar del 11 por ciento al 14 la prescripción de fármacos genéricos.

Además Sanidade premiará a los centros de salud que incrementen su capacidad diagnóstica evitando derivar pacientes a los hospitales.