El sector energético mundial debería invertir 2.350 millones de euros adicionales hasta 2030 para que la temperatura media global del Planeta no aumente más de dos grados centígrados y evitar así que los efectos del cambio climático supongan "el fin del mundo o algo parecido".

El director de la División de Análisis Económico de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol, constató una "trayectoria absolutamente equivocada" en el uso de la energía y advirtió que "si no cambiamos de manera revolucionaria" la temperatura puede subir hasta seis grados centígrados, "que si no es el final del mundo, es algo parecido".

"El equilibrio del Planeta está en juego" debido al cambio climático y "la energía está en el ojo del huracán", ya que más de dos tercios de las emisiones de CO2 provienen de este sector.

Birol abogó por incentivar la inversión adecuada en el sector energético para que la temperatura no suba más de dos grados centígrados, "el límite absoluto que el mundo puede asumir". En este contexto, cifró en 3,5 billones las inversiones adicionales necesarias hasta el año 2030, destinadas a la generación eléctrica -para llegar al objetivo de reducir las emisiones de CO2 a 450 partes por millón- y al sector de la automoción.

Esas inversiones deben dirigirse hacia las renovables, la energía nuclear y la cogeneración mediante la captura y almacenamiento de carbono, así como a lograr que las ventas de automóviles eléctricos o híbridos representen en 2030 el 60% -actualmente son el 2%-.

Para Birol, los esfuerzos deben hacerlos los países de la OCDE y, dos de ellos -Estados Unidos y China- "tienen la clave para la solución". "Si no se implican no habrá ninguna oportunidad de dar una solución al cambio climático", avisó. Lejos de denostar la energía nuclear, enfatizó que es "un instrumento muy fuerte" para luchar contra el cambio y recordó que países como Suecia, Bélgica e Italia han cambiado su posición.