La muerte de Carmela Arias y Díaz de Rábago entristeció ayer a muchos colectivos de Galicia, especialmente a los del ámbito social y educativo, con los que siempre mostró una gran sensibilidad y compromiso. La condesa de Fenosa se ganó el aprecio de personas de muy distinta condición social y color político al continuar con gran acierto la labor iniciada por su marido, Pedro Barrié de la Maza, y consiguió convertirse en todo un referente en Galicia.

La condesa de Fenosa, que falleció a los 89 años, fue una mujer adelantada a su tiempo, fuerte y tenaz, y así lo demostró en su labor al frente del Banco Pastor y de la prestigiosa Fundación Barrié de la Maza.

Su vida está llena de actos en favor de la cultura con lo más granado de la sociedad gallega y española de las últimas décadas. Sólo un ejemplo, sus gestos de complicidad en público con la familia real.

Honradez, respeto, integridad, voluntad, lealtad, sacrificio, constancia, solidaridad, autoexigencia, generosidad y amplitud de miras fueron algunos de los valores de Carmela Arias que más destacaron ayer sus amigos y familiares. Su labor no necesita palabras, pues se convirtió en la primera mujer que presidió un banco en España y llegó a ser la decana de la banca española, y su trabajo al frente de la Fundación Pedro Barrié de la Maza acercó la cultura a la ciudadanía.